lunes, 11 de agosto de 2008
Eleccion sexual
Aunque se hacen numerosas marchas del “orgullo gay” y la reconocida Asociación Norteamericana de Psiquiatría excluyó en 1973 la homosexualidad de su lista de patologías, en
A lo largo de estos años la comunidad científica ha demostrado y aceptado que la homosexualidad no es ninguna enfermedad mental y que, por tanto, ni gays ni lesbianas requieren de intervención terapéutica alguna, a excepción de que vivan su orientación sexual de forma conflictiva. A pesar de esta realidad sexóloga Noemí Domínguez y uno de los pacientes (Ángel Llorent) denuncian que muchos piden tratamientos para “recuperarse”.
Sin embargo, un colectivo minoritario de psiquiatras y psicólogos sigue defendiendo que la homosexualidad es una enfermedad y que, como tal, puede ser tratada mediante las denominadas terapias reparadoras o de conversión.
En el caso de España, Domínguez explicó que hay especialistas que llevan a cabo terapias "encubiertas" con el fin de lograr que un homosexual deje de serlo, pese a que la orientación sexual de las personas "no se puede cambiar".
"Hoy en día el
Los efectos de estas terapias, que suelen desarrollarse durante varios años, pueden llegar a ser "destructivos", pues provocan daños emocionales, psicológicos,
Prueba de ello es el caso del español Ángel Llorent, quien explicó que pasó doce años de su vida acudiendo a la
Llorent, que como la mayoría de pacientes que son tratados en estos centros acuden empujados por la presión de la familia y el entorno social más próximo, vivió de los 18 a los 30 años llevando "una doble vida". Durante ese tiempo salía con
"Después de doce años de tratamiento consideraron que me había curado y dejé de ir a la terapia, pero yo sabía internamente que aún tenía los mismos deseos", explica Llorent, que decidió entonces poner fin a esta pantomima y comunicar a su familia lo que no se había atrevido a decir durante tantos años: que era homosexual.
Llorent, que ahora tiene 40 años, tuvo la suerte de contar con el apoyo de su familia, aunque sufrió el rechazo de sus amistades, vinculadas en su mayoría, como él, al mundo eclesiástico y cristiano de base.
Como Noemí Domínguez, esta víctima de las terapias reparadoras asegura que en España "aún hay elementos" que practican clandestinamente "lavados de cerebro" con el fin de "reparar conductas erróneas".
El problema, señala Llorent, es que estos profesionales se escudan en que los homosexuales acuden a la consulta de forma voluntaria "y, ante eso, no hay nada que se pueda hacer".
fuente:Minuto uno .com
Etiquetas: variadito
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