miércoles, 22 de julio de 2009

 

PRIMERA ESTRELLA

El 6 de agosto de 1967, Estudiantes derrota a Racing Club por 3-0 coronándose Campeón Metropolitano. De esta manera, el Pincha no sólo conseguía el máximo logro a nivel nacional, sino que además demostraba que la hegemonía reinante de los clubes de la Capital Federal -o más próximos a ella- no era incorruptible, y que cualquier club con objetivos claros y trabajo serio podía llegar tan alto como quisiese.
Luego de vencer en un memorable encuentro a Platense -partido correspondiente a una de las semifinales- el Estudiantes de Zubeldla consigue el M
etro de 1967.
Los noventa minutos finales, jugados en la vieja cancha de San Lorenzo, fueron por demás emocionantes, tanto dentro como fuera de la cancha. En las tribunas del ‘Viejo Gasómetro’ más de treinta mil hinchas albirrojos animaban a sus jugadores a volver a ganar.
Los jugadores que más partidos disputaron en este torneo fueron Alberto Poletti, Alberto Aguirre Suárez, Oscar Malbernat, Carlos Bilardo, Marcos Conigliaro y Juan Echecopar, todos con 24 encuentros en su haber.
En tanto, el goleador de esta gran campaña fue Juan Echecopar con seis goles a favor. Aunque la brecha con quienes lo seguían, demostraba el equilibrio de calidad entre el resto de los jugadores de aquél plantel: con cinco goles figuraron Rubén Bedogni, Marcos Conigliaro y Juan Ramón Verón.
Este inolvidable plantel campeón estuvo conformado por Alberto Poletti, Gabriel Flores, Enry Barale, Hugo Spardo, Alberto Aguirre Suárez, Eduardo Manera, Carlos Pachamé, Raúl Madero, Oscar Malbernat, Hugo Mateos, Carlos Bilardo, Rubén Bedogni, Marcos Conigliaro, Juan Echecopar, Juan Ramón Verón, Eduardo Flores, Luis Zibecchi y Felipe Ribaudo.
En tanto, el cuerpo técnico lo compusieron el entrenador del mismo, el irremplazable Osvaldo Zubeldía; el preparador físico, Jorge Kistenmacher; y el kinesiólogo, Luis Elorga. También formaron parte de éste el médico, Dr. Luis Marelli y el utilero Ricardo Callero.
Cuando se hablaba de don Osvaldo Zubeldía, se hablaba con orgullo, con respeto, con admiración, con cariño, con una sonrisa en la cara... Y en el presente estas sensaciones no han cambiado, no por casualidad sino por motivos concretos que hicieron de este hombre una persona entrañable e inolvidable dentro de la familia pincharrata, más allá de sus logros deportivos.

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Comentarios:
Me acuerdo...me acuerdo...dias de gloria,y siempre un recuerdo para don Osvaldo Zubeldia,besitos.-
 
besitos pinchita y faltan otras 9 vio que en dias susesivos iran apareciendo , no todas juntas pa no abrumar , modestia es lo nuestro sabe .--
aguante el pincha
 
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