jueves, 19 de abril de 2012

 

¿guerra por fondos?

Los fondos para gestionar, en un año de evidente estrechez económica, volvieron a quedar esta semana en el centro de una escena política provincial agitada por reclamos de intendentes y de algunos sectores de empleo estatal, mientras las tensiones crecen a ritmo acelerado en la Legislatura, convertida desde principios de año en escenario de la cada vez menos sorda batalla por las candidaturas de 2015 y, también, de 2013, elección esta última para la que ya comenzaron a multiplicarse los anotados.


Son, en el fondo, escenarios conectados: las huelgas –sobre todo el Judicial, que tiene al Poder Judicial al borde de la parálisis total, aunque también las de los médicos – repercuten en el entramado político, porque provocan un fastidio en el ciudadano común que termina pagando, en términos de imagen, el Gobierno. Las quejas de los intendentes pueden más que eso: habilitan movidas que buscan "fidelizaciones" a base de la estrecha caja para obras públicas, ese oxigeno esencial de las administraciones locales, disponible.
En torno a esos nudos, por lo tanto, se producen avances y respuestas de grupos en tensión dentro del oficialismo. Un caso evidente es el del vicegobernador Gabriel Mariotto, que junto al ministro Julio De Vido, comenzó a tejer contactos directos con los intendentes para "bajar" obras que, aunque por ahora son poco más que anuncios y fotos, envían un mensaje claro: es en ese nucleo ultra K y no en el Gobierno de Daniel Scioli, prolijamente excluido de la movida, donde los alcaldes peronistas encontrarán lo que necesitan.
La respuesta, sin embargo, no tardará en llegar: el Gobernador tiene a su firma un proyecto de Ley, elaborado por la ministra de Economía, Silvina Batakis en coordinación con el Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, destinado a devolver, aunque sea en parte, los 940 millones de pesos que los intendentes creían que iban a recibir este año pero que, coparticipación del fondo educativo mediante, no les llegarán, al menos en forma directa y produjo reacciones destempladas de algunos alcaldes.
La iniciativa, que podría anunciarse esta semana, propone un "mix" de medidas, que combina algunas propuestas formuladas por intendentes con otras surgidas de la intención de la administración Scioli, explicaron a DIB fuentes con acceso al articulado. Se trata de "equilibrar" las cargas entre sectores sociales –el contribuyente común, el productor rural- ya que de lo que se trata es de recaudar más, pero también de distribuir el costo político de un paquete que no será, seguramente, grato a nadie.
La idea del esfuerzo compartido responde, además de a esas consideraciones políticas, a una innegable realidad económica: en las comunas quedan pocos ítems para grabar y en la Provincia, el año de "austeridad" anunciado es una realidad que padecen casi todas las áreas de la administración. Por eso, si "camina", el proyecto facilitaría un "rescate" a los intendentes y preservaría algo de la obra pública que Scioli tiene planteada por 8 mil millones de pesos, una caja en riesgo de ser desviada para fines más urgentes.
Es evidente que la idea es arrimar una "bocanada de aire" para las cuentas comunales, que gestionada por Scioli. Pero, dato no menor: ese proyecto deberá ser tratado en la Legislatura. Y allí, las tensiones no paran de crecer y se va estructurando, a paso sostenido, un escenario de fractura política entre los grupos ultra K y el resto del peronismo oficialista (sciolistas, ortodoxos que responden a liderazgos territoriales, moyanistas) que tiene su punto neurálgico en el Senado pero se va trasladando también a diputados.
Ese escenario, que por ahora excluye la ruptura de bloques, podría sin embargo complicar la coordinación con el Ejecutivo. En el Senado, la última reunión de bloque del FpV incluyó fuertes críticas cruzadas, al punto que Mariotto debió admitir, por primera vez, que las tensiones existen. En Diputados, el impulso que el jefe de la bancada del FpV, Juan De Jesús, le dio al pedido de informes por Boldt (casi como una ironía, la respuesta del Ejecutivo incluirá solo datos existentes en la Bolsa) lo dejó sin diálogo con el Gobierno.
Que toda esa "guerra" interna tiene como fundamento, al menos parcial, el posicionamiento de cara a 2015, no es un misterio. Menos conocidos son los movimientos que ya se dan de cara a su paso previo: las legislativas de medio término, para las cuales son varios los que están subiendo su nivel de "visibilidad". Los más suspicaces señalan, por caso, recelan de que la alta rotación en medios oficiales de Alicia Kirchner, la ministra de Desarrollo Social, a raíz de las iniciativas de ayuda por el temporal, responda a ese objetivo.
En el sciolismo, no se quedan atrás: a la virtual "salida a la cancha" de Pérez, se sumó esta semana Karina Rabollini, que se mostró ante buena parte de la dirigencia "institucional" bonaerense, en un evento en el Teatro Argentino. Si esas serán o no las "fichas" que Scioli usará para tener presencia en la boleta de Diputados Nacionales (y para evitar que lo obliguen a él a asumir ese rol) está muy por verse. Lo cierto que es parece hacerse puesto en marcha la vieja estrategia de multiplicar candidatos que incluye, además, un mensaje interno: "si Daniel puso sobre la mesa a dos de sus incondicionales, ningún otro dirigente que quiera pertenecer a nuestro espacio, podrá negarse", resumió para DIB una alta fuente del Gobierno.

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