sábado, 14 de abril de 2012

 

Martin vestiga --penitenciario

Al final me llegó la continuación de la historia que mi querido Carlos Esteban prometió completar. Se trata de uno de los tantos contactos que tengo y que me revelan la información que tan nerviosa pone a la gente del poder, pese a que algunos me devuelvan la gentileza con insultos y descalificaciones, que el portal con el que colaboro publica democráticamente. Hace unos días, este amigo en cuestión me dijo que si el vicegobernador Gabriel Mariotto llegaba a inspeccionar la Dirección de Operaciones del Servicio Penitenciario Bonaerense “irían todos presos”. Pero, si bien, esbozó algunos detalles -falta de personal y de vehículos de traslado para internos, micros en reparación que gastan más combustible que los que están en funcionamiento- estuvo escaso en precisiones. Ahora me lo encontré de nuevo y vino con los puños llenos de acusaciones. Así como quien no quiere la cosa, se despachó con que el director de Operaciones, conocido como “Pink Floyd”, tendría causas por apremios ilegales a internos, acoso sexual, robo de combustible, constante persecución al personal -con insultos y amenazas de golpizas- y un permanente fanfarroneo de que es “intocable“ porque “nadie puede meterse con él”. También sería apuntado por amenazas de traslados constante al personal altamente especializado. “En el SPB no se hace otra cosa que hablar de estos modestos boletines”, me dijo, agregó. Sobre este funcionario con apodo de extinta banda de rock inglés, Carlos Esteban añadió que anda diciendo que a él “no le toca el c…” Mariotto ni nadie, y que la impunidad en el área sería tal que algunos jefes de penal estarían abriendo cuentas bancarias para que los familiares de los internos depositen ahí la protección.

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