lunes, 16 de julio de 2012

 

BONOS PATRIOTICOS

Las cuentas no cierran. Lo sabe no sólo el gobernador Daniel Scioli, sino también la Presidente. Es por eso que el equipo económico de la Casa Rosada ya se encuentra dando los toques finales a una plan que, de concretarse, sorprendería a propios y ajenos: un bono que permita seguir manteniendo los actuales niveles de consumo.
Así lo confirmaron tanto fuentes políticas como empresariales. Cristina Fernández enfrentará un semestre complejo por la contracción económica y la inflación, que tiene mayor impacto sobre los sectores más vulnerables. Por eso terminó aceptando la propuesta que desde hace un tiempo le hicieron los equipos técnicos del Ministerio de Economía, conducido por Hernán Lorenzino.
Se sabe que la sola posibilidad de la circulación de un bono alteró a más de uno en Balcarce 50, sobre todo a la Presidente, que en el último tiempo hizo gala de su convocatoria “pesificadora” y transfirió a esa moneda el único plazo fijo que tenía en dólares.
Pero la crisis financiera de la provincia de Buenos Aires, con la imposibilidad de pagar el medio aguinaldo en tiempo y forma, sería sólo un botón de muestra de la recesión que aqueja a la economía nacional, y la primera mandataria quiere adelantarse a una eventual revés de la economía.
De lanzarse, se llamaría “Bono Patriótico”, y el mes estipulado para su presentación sería agosto. “Siempre estuvo la posibilidad, pero Cristina se resistía”, confiaron las fuentes que están al tanto de las evaluaciones.
El método en estudio para la implementación sería a través de los depósitos de plazo fijo en los bancos, a raíz de un acuerdo con las entidades que promovería el Banco Central. Esa sería la garantía para que los bonos se paguen al 100 por ciento de su valor nominal, según confiaron desde el Palacio de Hacienda.
Pero habría más novedades en el plano económico. Parece que la Presidenta se habría cansado de Lorenzino, un ministro que no consigue subir su perfil, y ya tendría en mente a su sucesor, que no sería otro que Guillermo Moreno.
El “polémico” secretario de Comercio Interior, tal como lo bautizaron los medios abiertamente enfrentados al Gobierno, sería el hombre elegido por Cristina para conducir la economía con "mano firme", de acuerdo a lo que deslizaron algunos voceros.
“Lorenzino está pintado”, cuentan en Balcarce 50. Dicen que el ministro quedó excluido del círculo de poder cuando su mentor, Amado Boudou, cayó en desgracia, y que la jefa de Estado ya se habría cansado de tener al frente de esa cartera a funcionarios leales pero incapaces de imponer sus propios modos. Por eso busca convencer a Moreno.

La idea del bono también germina en otras gobernaciones. De hecho, en el último tiempo circularon versiones respecto de que los gobernadores de Buenos Aires y Córdoba, Daniel Scioli y José Manuel De la Sota, también habrían llegado a considerar la posibilidad de lanzar una cuasimoneda común, que funcionara en ambas provincias.
Esa jugada, riesgosa y cara a los recuerdos de los argentinos, le permitiría a ambos mandatarios, con idénticas aspiraciones presidenciales, desprenderse de la dependencia del poder central. Aunque, finalmente, la iniciativa habría quedado en carpeta.

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