viernes, 19 de octubre de 2012

 

avalando lo trucho

En la ciudad bonaerense de Daireaux, hace un tiempo estalló un escándalo tras hallar en la rendición de cuentas 2011 innumerables facturas adulteradas. Por estos días, pese a que el Tribunal de Cuentas revisó el archivo municipal, el intendente del municipio, Esteban Hernando, hizo oídos sordos y la oposición no intervino. Ante esto, el caso se paralizó y ahora un ex concejal solicitó que se le inicie un sumario administrativo a quienes estén involucrados en la maniobra. Todo esto comenzó con un proyecto del ex presidente del Partido Justicialista de Daireaux y (hoy) ex concejal Sergio Córdoba, quien presentó una iniciativa que buscaba que los políticos y funcionarios de más alta jerarquía dentro del municipio, hicieran públicas sus declaraciones patrimoniales y la evolución anual de las mismas. Al mismo tiempo presentó un proyecto de ordenanza que preveía controlar el manejo de terrenos fiscales. Esto desató un debate público, que derivó en la renuncia de la secretaria de Hacienda, Vilma Regojo y del secretario de Gobierno municipal, Gustavo Fernández. La funcionaria se habría sentido cuestionada por una gran casa levantada frente a un barrio de viviendas sociales, en terrenos con dudosa procedencia y en la que haciendo uso de su lugar en el municipio, había hecho extender el cordón cuneta en una zona donde aún no estaba marcadas las calles. Cabe señalar que en Daireaux existen barrios añejos que carecen de este servicio. Los cuestionamientos derivaron en investigaciones a otros miembros de la función pública y se descubrió que muchas facturas habían sido adulteradas en sus montos o carecían de fecha. En este sentido, se descubrió que durante el mandato de Luis Oliver como intendente municipal, hoy legislador bonaerense, desaparecieron como por arte de magia 60 mil pesos de la Dirección de Deportes, cuyo titular era el actual concejal Germán Mattioli. Ante la publicación de las copias de las facturas “truchas”, Mattioli decidió pedir licencia en el Concejo Deliberante, lugar que había comenzado a frecuentar tras su asunción en diciembre de 2011, y confesó las “irregularidades” al frente de la Dirección que él presidía. Pese a esto, el intendente no hizo nada para no sólo separarlo definitivamente de sus funciones sino para seguir con un proceso formal de investigación, al menos para lavar la cara del municipio.
Por estas horas, pese a que las facturas tomaron estado público a través de las redes sociales y que el Tribunal de Cuentas hizo las investigaciones correspondientes al archivo municipal, al avispero se calmó y nadie levantó un dedo para seguir con las averiguaciones y echar un manto de verdad y justicia sobre un delito que dañó la economía de la comuna de Daireaux y la poca seriedad que le quedaba a la gestión radical de Hernando. Ante este estado de situación, el ex concejal Córdoba extendió este martes una nota a la oposición, es decir el Frente para la Victoria y Unión Pro, para que se le pidiese un sumario administrativo a los funcionarios que se vieron involucrados en el hecho. Lo insólito de este caso no es sólo el acto de corrupción desplegado por la gestión radical al frente del gobierno de Daireaux, sino el silencio y la falta de acción para echar luz ante este delito por parte de la oposición. La duda que surge es si esta inacción es producto del miedo de aquellos que tienen la cola sucia.

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