La Plata, Ciudad Generosa

Tanscurrida la décima fecha, el torneo Inicial ingresa en la etapa de definiciones. Los equipos empiezan a definir sus verdaderos objetivos, asumiendo que hay nueve fechas por delante y 21 puntos en juego. Allí se encuentra Estudiantes, metido en un pelotón que no le permite aún consolidarse como uno de los animadores, pero que sí le abre una luz de esperanza para fijarse nuevas metas. En tal sentido, la clasificación a la próxima Copa Libertadores se convierte en una verdadera tentación para el equipo de Diego Cagna y sus jugadores, que en muchos casos se ilusionan con recuperar esa vieja mística copera que supo caracterizar al club durante la era veronista, entre 2006 y 2012.
Para estudiantes, el partido del domingo ante Boca tiene un doble significado pensando en las metas trazadas a mediano plazo. Es que el equipo de Falcioni, que seguramente llegará sumido en una crisis deportiva por los últimos resultados, no deja de ser un rival directo de Estudiantes en la tabla general anual que otorgará dos de las cinco plazas disponibles para la República Argentina. Si bien es cierto que históricamente ganarle a Boca no resultó una tarea sencilla para Estudiantes, con el triunfo de Quilmes a cuestas, el descanso por el mini receso debido a las eliminatorias y el bajón futbolístico que arrastra el rival pueden propiciar un escenario acorde para tener un motivo extra y volver festejando desde la Bombonera.

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