La Plata, Ciudad Generosa

Es muy posible que hayas visto más de uno por la montaña, cerca de poblaciones o granjas y siempre en carreteras o caminos.
Y es más posible que los hayas visto si vives o te mueves por ambientes rurales que si vives en la ciudad. Pero en cualquier caso, un paso canadiense es como el mostrado en la imagen.
Consiste en una parrilla de barras o rejas metálicas paralelas que se instala en posición horizontal y a nivel de rasante, dispuestas transversalmente a la dirección de la vía. Y bajo la parrilla hay un pequeño foso de unos 30 cm de profundidad.
Si no conocías de antemano su función, es posible que pensaras que está cubriendo algún desagüe o alguna especie de depósito. Pero no. El paso canadiense es un sistema de confinamiento de animales que complementa a vallados y otros cerramientos, con la ventaja de evitar portones de eficacia similar y la acción humana para permitir o no el paso, facilitando la labor ganadera y otras tareas rurales. Se instala en los puntos de acceso por carreteras y pistas rurales a fincas, parques y otras superficies con la finalidad de evitar que se escapen o que accedan ganado y otros animales, mientras que no obstaculiza el movimiento de vehículos, maquinaria y peatones, permitiendo así un tránsito selectivo.
¿Y cómo es que no lo cruza el ganado?
Los animales evitan cruzar sobre el paso canadiense en primer lugar porque les provoca desconfianza y en segundo lugar porque les resulta dificultoso hacerlo.
La falta de suelo firme, la visión de un foso y la posibilidad de que sus pezuñas o patas pudieran quedar atoradas en la separación entre rejas, frena a los animales. De este modo se evita que se escape el ganado mayor de las fincas en que se cría en régimen extensivo.
 La separación entre rejas suele ser de 5 a 7 cm, tienen una rampa de hasta 45º y una superficie rugosa en los laterales para permitir que salgan de él los pequeños animales que pudieran caer al foso. También cuentan con drenaje para evitar su inundación.

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