lunes, 3 de diciembre de 2012

 

un galan K

El jueves desembarcó en el Salón Eva Perón del anexo del Senado el viceministro Axel Kicillof. Disertó largo y tendido sobre las fortalezas del proyecto nacional, repartió críticas a las corporaciones y golpes a los fondos buitres. Rubio, de ojos celestes, Kicillof es señalado por muchos como un sex symbol desde que irrumpió en el cielo kirchnerista. Cuando concluyó la disertación, el muchacho bajó a saludar a la madre de Cristina, Ofelia Wilhelm, y a su hermana Giselle. No pudo evitar entonces que una avalancha de señoras –algunas diputadas, otras funcionarias y muchas curiosas- se le tiraran encima con intención de sacarse una foto, pedirle un autógrafo y robarle un beso. Lo abrazaron, le tiraron de la camisa y lo besaron hasta que el personal del Senado se lo llevó casi a la rastra, dejando un tendal a su paso.

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Comentarios:
Este es un "pendejo brillante" pero nanipulable, solo que no lo sabe. Le dieron la oportunidad y no la desperdició.
Pasará a la historia como uno de los mas pe....s chupamedias... pero con los bolsillos llenos.

Cero dignidad, cero etica, cero buena gente.

UN VERDADERO KARANCHO
 
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