El Pincha sumó apenas 4 unidades de 27, todavía no ganó y marcha último. Su posición en la tabla de posiciones no es casualidad. Estudiantes repite fallas y los rivales se aprovechan.
Mauricio Pellegrino, el nuevo director técnico albirrojo, tendrá que trabajar -y mucho- para que este plantel logre maquillar esta campaña, hasta ahora paupérrima. Una breve revisión por las falencias del equipo.
No tiene un arquero consolidado. Si bien Gerónimo Rulli respondió con solvencia en los dos últimos encuentros recién tiene un par de presencias en Primera División. Agustín Silva, quien arrancó como titular, cometió errores graves que costaron puntos importantes. Hace un tiempo tenía, al mismo tiempo, a Villar, Andújar y Albil. Hoy tiene tres pibes.
Defensa endeble. Quince tantos en contra en nueve partidos (1,66 por cotejo). Sólo Colón y Boca recibieron más goles. Recién en la última fecha logró mantener su valla invicta. Probó con tres, con cuatro pero nunca le encontró la vuelta. El ingreso de Gastón Gil Romero, que se ubica delante de la última línea, aportó orden y equilibrio.
Busca volantes externos. Pasan los nombres (Jara, Gelabert, Núñez, Auzqui, Iberbia, J. Silva, Sequeyra) y ninguno se consolida. Estudiantes, en lo que va del Torneo Final, generó pocas situaciones por las bandas. Además, a la mayoría de estos jugadores les cuesta el retroceso defensivo. Los refuerzos que llegaron (Innocenti y Rendón) todavía no fueron convocados.
Román, en deuda. El ex mediocampista ofensivo de Tigre no encuentra su mejor versión. Diego Cagna, sobre el final de la pretemporada, le quitó la titularidad pero en la tercera fecha recuperó su lugar. Con Martín Zuccarelli tampoco arrancó de entrada. Cuando aparece demuestra que tiene condiciones pero lo hace con demasiada intermitencia.
Zapata, demasiado solo. Estudiantes no encuentra un acompañante para el colombiano en la ofensiva. Carlos Auzqui no logró apuntalarse y Gastón Fernández atraviesa una crisis futbolística difícil de explicar: lleva 19 partidos sin convertir (no tiene goles en el Inicial ni en el Final) y hace tiempo que está impreciso con los pases.
Sufre con la pelota parada en contra. Seis de los quince goles que le marcaron llegaron por esa vía (el 40 por ciento). El último fue el tanto de Cámpora, hace dos fechas, tras un córner desde la derecha. Lo llamativo es que el Pincha tiene futbolistas con altura y que van bien de arriba (Schunke, Desábato, Ré, Martínez y Zapata). La falla está en la concentración.
Cuando es a favor, no la aprovecha. Estudiantes no hizo ningún gol de cabeza tras un centro de pelota parada, una de las principales virtudes albirrojas a lo largo de su historia. Un arma importante que el León no está aprovechando. Los cabeceadores no están finos (Schunke y Desábato fallaron varios por esa vía) pero, sobre todo, el déficit está en la ejecución.
No sabe cerrar los partidos. En cuatro partidos (Tigre, San Lorenzo, Colón y Newell’s) comenzó arriba en el marcador y no ganó ninguno (dos derrotas y dos empates). En otros dos (Racing y Arsenal) estaba sumando puntos valiosos y perdió sobre la hora. Otra de las especialidades del Pincha en gran parte de su historia que brilla por su ausencia.
Tambalea en los instantes decisivos. En este certamen, Estudiantes dejó escapar 6 puntos en los últimos doce minutos: dos con San Lorenzo (1-1), dos con Colón (3-3, cuando ganaba 3-1 a los 38m. ST), uno con Racing (1-0) y uno con Arsenal (1-0). En los segundos tiempos, sólo marcó tres goles y ninguno en los diez minutos finales.
Las lesiones. A lo largo de este campeonato varios jugadores sufrieron dolencias que significaron ausencias. En este momento, Agustín Silva, Raúl Iberbia y Rodrigo Braña están afuera del equipo por este motivo. Leandro Desábato y Germán Ré están entre algodones. En estas nueve jornadas, los calambres fueron una constante.
Etiquetas: Pincha Campeón
# entrada de Adryán @ martes, abril 16, 2013
