La Plata, Ciudad Generosa

Todavía suenan los ecos de la tragedia que azotó a la ciudad. Bruera se refirió públicamente al hecho durante la semana. La semana que termina arrojó, como corolario del martes trágico que dejó a la ciudad de La Plata con secuelas impensadas que aún son motivo de debate, algunas autocríticas por parte del oficialismo municipal, reclamos populares que pusieron una vez más en el centro de escena el malestar social y versiones de tinte electoralista; cuestión que de a poco comenzó recuperar terreno en la arena local. El miércoles a primera hora, en imprevista decisión adoptada en las últimas horas del martes, el jefe comunal Pablo Bruera decidió no dilatar -tal como se rumoreaba que iba a ocurrir por estar la ciudad en situación de “emergencia y catástrofe”- el inicio formal del 70° período ordinario de sesiones en el Concejo Deliberante, y como es tradición ingresó al recinto de calle 11 para inaugurar los plenarios ante la asamblea de
concejales. Con un discurso que por pasajes fue confuso –abundaron las lecturas múltiples sobre el significado de menciones tales como la planificación de la ciudad por parte de Dardo Rocha, las obras del arroyo El Gato, y su propia renuncia-, dejó de lado los temas que tenía prevista abordar –presupuesto participativo, Parques Industriales y otros “repasos de gestión”- e intentó ensayar una explicación sobre la catástrofe ocurrida, con autocríticas incluidas –tal el caso del “error” en la comunicación de su equipo de prensa por el tuit fallido- y pedidos de solidaridad y “ayuda internacional” para emprender el operativo reconstrucción. Como muestra del malestar por los efectos devastadores de la inundación que aún está latente en muchos sectores, el jueves al mediodía un nutrido grupo de manifestantes se acercó a Plaza Moreno para exigir la renuncia del jefe comunal y acciones concretas para paliar la crisis post-temporal. En ese contexto, se supo que se conformará en las próximas horas una coordinadora de asambleas barriales para dotar de solidez esa movida. La manifestación -que inicialmente amagó con suspenderse por el clima pero luego se realizó con poco más de un centenar de personas- nucleó a referentes de los barrios afectados, quienes bajo la consigna de "Indignados", pidieron la cabeza del intendente, a quien señalaron como máximo responsable de la inundación. En esa manifestación abundaron los comentarios sobre los manejos discrecionales que en las distintas barriadas sectores políticos del peronismo realizaban con las donaciones, tema que como reflejó este medio involucró a camporistas a raíz de denuncias de empleados de la recolectora de residuos Esur. Al mismo tiempo, y abonando la hipótesis de la "no renuncia", trascendió que el Bruera repite a su círculo íntimo y laderos que renunciar sería "un acto de cobardía". En ese sentido, pero con otras palabras, se pronunció también el miércoles en el Concejo Deliberante, cuerpo legislativo al que le pidió una comisión de investigación para conocer los detalles de lo ocurrido. En una breve alocución, aseguró que dar un paso al costado sería poner "en crisis la institucionalidad" de la ciudad. En paralelo, se sabe, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encargó a la UNLP que investigue cuáles fueron los motivos evitables por los cuales casi media ciudad quedó bajo el agua, arrojando pérdidas irreparables. Esa comisión debería, en el plazo de 45 días, comenzar a establecer el grado de responsabilidades de lo ocurrido. Aunque el oficialismo local apuesta por estas horas a que las cosas se enfríen y desestiman renuncias en el palacio de calle 12 -las únicas que habrían habido, todavía con información confusa, fueron las de personal del área de prensa tras el tuit de la polémica-, el fantasma de la destitución ronda en algunos despachos de la municipalidad, alimentado por el caso reciente del intendente de Bariloche.
Candidaturas en suspenso:
 Como consecuencia lógica de la inundación que azotó a la ciudad y su saldo trágico, los movimientos proselitistas que incluían acuerdos partidarios y pre-candidaturas quedaron relegados a un segundo plano, aunque, como ya se percibe puertas adentro de oficinas y despachos, de a poco comienzan a resurgir. En ese orden, uno de los más perjudicados sería el diputado y hermano del intendente Gabriel Bruera, quien como se ha informado en este espacio era "número puesto" para encabezar la nómina de Diputados por el FpV y garantizarse la renovación de su mandato por el período 2013-2017. Pero la tragedia de hace dos martes dejó al apellido que maneja los hilos de la política local en el ojo de la tormenta. “Era casi un hecho que le dieran la boleta oficial para jugar en octubre. A pesar de cierta desconfianza de algunos sectores del ultrakirchnerismo, se iba a repetir la fórmula del 2011, pero ahora las cosas cambiaron y no alcanza con ser gestión y manejar las riendas del PJ”, ilustró un referente con llegada a Balcarce 50. En tren de pre-candidaturas, una de los integrantes de las filas del oficialismo que salió más airosa en medio del caos de la inundación fue la concejal Valeria Amendolara, titular de bancada. Al menos esa es la impresión que en los corrillos políticos abunda por estos días. A la ex diputada se la vio muy activa en las jornadas posteriores al martes trágico, cuando la premisa era resistir los embates y con perfil bajo brindar ayuda en los diferentes barrios. Cabe recordar que dentro del universo de especulaciones pre-electorales que reinaban hasta hace dos semanas, la ex diputada bonaerense tenía todas las fichas puestas para encabezar la nómina del Concejo.

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