La Plata, Ciudad Generosa

Si uno camina por el centro platense es usual observar una gran cantidad de locales abandonados. Las vidrieras sucias, las paredes grafiteadas y los interiores vacíos reflejan una crisis que afecta a pequeños y medianos negocios: “Con los alquileres altísimos y el pago de los impuestos, llevar adelante un comercio es casi imposible”, sostuvo un zapatero resignado que tuvo que dejar su histórico local de 9 entre 47 y 48 porque el nuevo contrato era de 18 mil pesos, teniendo que mudarse así a otro más alejado y pequeño. En un nuevo contexto social en el que las redes sociales son protagonistas principales, muchos emprendedores deciden comercializar y publicar sus productos por Internet. “Alquilar un local en el centro es utópico por los costos, tenés que facturar cifras irracionales para cubrir los gastos. Es conveniente meter tu marca en el circuito de las redes sociales, de esa manera va a tener más difusión que si conseguís un comercio en algún barrio”, expresó Carolina Reguera , una joven platense que realiza artesanías en madera y porcelana y accesorios para la mujer, proyecto al que llamó “Sumac”. Una situación similar es la de Jaqueline Castellani de “Mansalva”, que pinta remeras a mano, o la de Eugenia Maldonado de “La flaca filomena”, que diseña indumentaria y Mónica Vásquez de “Delicias caseras”, cocina tortas y dulces de todo tipo: todas trabajan en sus casas y llevan a domicilio pedidos de lunes a viernes; los fines de semana suelen ir a ferias a exponer y vender sus obras de arte. Consultadas distintas inmobiliarias , todas coincidieron que el piso de los alquileres es de 15 mil pesos, pero la mayoría están entre los 20 y 30 mil; aunque los mejores ubicados superan los 50 mil pesos. ¿Cuánto hay que facturar para que el negocio genere ganancias? El reconocido diseñador Ricky Sarkany, admitió que antes tenía que ver si ponía un aviso en la revista Para Tí, que tiraba 40.000 ejemplares y esperar que la gente la compre: “Hoy decís lo que querés y llega a 500 mil personas o más porque los followers retuitean”. Las redes sociales permiten conocer el tipo de clientes que consume los productos y, en base a eso, los empresarios amoldan la producción y perfeccionan las estrategias. Con el “retuiteo” de Twitter y la opción de “compartir” de Facebook, tanto las grandes empresas como los pequeños emprendimientos logran que los clientes trabajen para ellos, ya que se encargan de expandir el negocio sin límites, generando que los productos traspasen fronteras y lleguen a lugares inhóspitos. “Un tuit fue la única comunicación de un descuento de 20% en el outlet de la marca y logró que se vendieran 3.500 pares de zapatos y se facturaran 170 mil pesos”, reconoció Sarkany. Los carteles de venta o alquiler abundan por el centro. La crisis de los comercios tradicionales está a la vista: alquileres por las nubes e impuestos por todos lados. Algunos negocios quebraron, otros decidieron virar y enfocarse a las nuevas estrategias que facilitan las redes sociales. 164 lecturas Enviar por mail

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