La Plata, Ciudad Generosa

Pese a que aún no anunció su decisión de competir en las elecciones de este año, Sergio Massa ya estaría anotando la incorporación de un nuevo intendente a su armado: Pablo Bruera. Marginado por la Casa Rosada, el platense no haría más que retornar al espacio que supo compartir con su par tigrense en la época del Grupo de los Ocho, luego de las elecciones de 2009. Según se pudo saber , las conversaciones están “muy avanzadas”. Segundas líneas de ambos sectores vienen manteniendo contactos fluidos para sellar el desembarco definitivo del mandamás de la capital bonaerense al armado massista. Con el cronograma electoral confirmado, el alcalde de Tigre anunciará en breve su participación en las elecciones enfrentando al kirchnerismo.
El salto de Bruera está motivado en el destrato que le viene prodigando Cristina Kirchner desde las trágicas inundaciones del 2 de abril. En su última visita a La Plata, la Presidenta se mostró más que distante con el mandamás local; en su segundo mensaje por cadena nacional sobre el desastre, de hecho, habló de “desidia” y “falta de previsión” en la ciudad. La buena relación con la Nación sería irrecuperable. De todos modos, no sería la primera vez que Massa y Bruera marchan juntos. En 2009, luego de la derrota del FpV en la Provincia, un grupo de intendentes descontentos con la conducción de Néstor Kirchner en el PJ dio a luz al Grupo de los Ocho, destinado a discutir “hacia adentro” las principales preocupaciones de la sociedad, ajenas según su visión a la agenda partidaria oficial. Además de los mencionados, allí abrevaron Jesús Cariglino, Gilberto Alegre, Joaquín De la Torre, Luis Acuña, José Eseverri y Sandro Guzmán.
Muchos de ellos están hoy con Massa, otros se acercaron al Pro; alguno mantuvo los pies en el plato. En el camino, el tigrense incorporó a Gabriel Katopodis, Luis Andreotti, Martín Caso e Ismael Passaglia, entre otros. Más allá de la crisis coyuntural derivada de la inundación, la presencia del intendente de la capital bonaerense sin dudas engalanará el armado del equipo que no se lanzará por menos que la antorcha del mentado “post-kirchnerismo”.

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