domingo, 12 de mayo de 2013

 

no lo quieren en la rosada

Daniel Scioli eligió ser un esclavo del poder político central. No se animó y todo parece indicar que tampoco se animará. Oportunidades tuvo, y hasta de sobra, el peronismo no kirchnerista lo vio como una alternativa, pero el mandatario provincial prefiere quedarse adentro, cuando esto implica ser humillado en cada acto de Cristina Kirchner, en donde opta por bajar la cabeza. El ex motonauta dejó escapar las chances. No es válido el argumento de que si se revelaba y rompía con la Casa Rosada su mandato iba a tambalear. Para corroborar que esto no iba a suceder, hay dos claros ejemplos: José Manuel De La Sota en Córdoba–segunda provincia con más poder- y Daniel Peralta en Santa Cruz –tierra kirchnerista por excelencia-. En el caso de De La Sota fue la propia Cristina quien lo terminó expulsando del kirchnerismo, pero lejos de desinflarse y darse por vencido, el cordobés –que ya era una figura política mucho antes del kirchnerismo- siguió adelante y pudo continuar gobernando la provincia sin mayores sobresaltos. En Córdoba, De La Sota cumple su tercer mandato, sin contar con el apoyo del gobierno nacional y eso no produjo mayores sobresaltos. En agosto de 2012, la Legislatura cordobesa aprobó el proyecto de ley girado por el gobernador para dejar de ceder fondos al Estado para cofinanciar el sistema previsional. Se trató de un desafío a la jefa de Estado pero Córdoba recuperó su coparticipación al dar de baja al acuerdo firmado entre la Nación y las provincias en 1992, donde las últimas cedían el 15 por ciento de la coparticipación federal de impuestos para sustentar el sistema nacional de jubilaciones. De La Sota lo tiene en claro: debe gobernar con lo presupuestado sin esperar ni una sola ayuda desde Nación y los anuncios de obras que hizo en el inicio de sesiones legislativas se basaron en fondos propios. Desde Santa Cruz, las denuncias de Peralta fueron claras: “Quieren desestabilizar mi gobierno”. Tal como publicó NOVA, Peralta hoy no habla con su por entonces compañero de fórmula, Fernando Cotillo, a quien acusa de trabarle todos los proyectos en la Legislatura. La Cámpora santacruceña ya intentó sin éxito empujar a la renuncia al gobernador cuando le vació medio gabinete y plantó bandera de rebeldía en las cámaras. Sin poder en la Legislatura, Peralta sigue gobernando. En abril pasado, el mandatario santacruceño le dio un cachetazo al kirchnerismo al triunfar ampliamente en las internas del PJ local. Con el 80 por ciento de los votos, renovó su Presidencia en el partido. La Cámpora, agrupación presidida por Máximo Kirchner fue la gran derrotada según Peralta. “Nosotros no desestabilizamos como hacen los diputados de La Cámpora”, sostuvo en aquel momento Peralta y los declaró como los perdedores de la jornada electoral. Este repaso es sólo una pequeña muestra de que si Scioli no rompió con el kirchnerismo es porque elige no hacerlo. Hay quienes lo tildan como cobarde por no animarse y por permitir que en cada intervención Cristina lo ningunee
públicamente y lo haga responsable de los problemas de la Provincia, aún cuando Nación no envía ayuda. A modo de aclaración, estas líneas no pretenden dar un posicionamiento político a favor de De La Sota y Peralta, sólo intentan demostrar que se puede comandar una provincia aunque se rompa con el gobierno nacional. También, aparecen en escena dirigentes que durante el 2012 pusieron expectativas en un Scioli que sea una alternativa del kirchnerismo y le aseguraron su apoyo en caso de romper, pero pese a esto el ex motonauta prefirió quedarse dentro del FpV. El mandamás bonaerense no supo organizar una fuerza política de militancia. Las dos agrupaciones fuertes que salen de su riñón son La Juan Domingo, encabezada por legisladores sciolistas; y la DOS, integrada por funcionarios del propio Gabinete de Scioli. Nada más que eso. La experiencia en Córdoba y Santa Cruz indica que Scioli podría haber roto con el kirchnerismo y seguir adelante con la administración de la Provincia pero prefirió bajar la cabeza y ser un esclavo de la Casa Rosada, subordinado al poder. Sin embargo, existe otra lectura: a Scioli le importa por demasía ser presidente en 2015 y confía en que Cristina no irá por la re-reelección, por lo que cree que todavía no llegó su momento. Allí se explica que no haya quebrado la relación y aguante todas las embestidas y retos porque cree que podrá ocupar el sillón de Rivadavia sólo de la mano del kirchnerismo.
Las PASO
El gobierno nacional formalizó este jueves el llamado a elecciones primarias y legislativas, que tal como estaba previsto, se celebrarán el 11 de agosto y 27 de octubre próximos, respectivamente. En la Provincia todavía no comenzó a moverse el tablero, aunque ya se manejan algunos datos como que el ex denarvaista y duhaldista, otrora jefe comunal de Dolores, Alfredo “Tati” Meckievi, es el elegido por Gerónimo “Momo” Venegas (titular del Partido FE) para encabezar la lista en la Quinta Sección, donde buscará renovar su banca como senador. Por su parte, tras haberse oficializado las PASO, en breve Sergio Massa anunciaría su ruptura con el FpV, encabezando una lista peronista no kirchnerista. Sólo es cuestión de días.

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