jueves, 11 de julio de 2013

 

apretando a los chicos

Mientras el Supermercado VEA, de la firma Jumbo S.A., continúa incumpliendo la ordenanza 7208/11 sancionada por el Concejo Deliberante el 26 de mayo de 2011 en la que se autoriza -por vía de excepción del artículo 6 de la ordenanza 6720/09- a la habilitación de sus instalaciones en calle 59 N°1660, el municipio aprieta a pequeños comerciantes hasta asfixiarlos.
El artículo 2 de la ordenanza 7208/11 dice que la instalación del supermercado implicará con cargo al solicitante (JRASA) la provisión para la Municipalidad de Necochea de una ambulancia equipada para unidad de terapia intensiva, un domo (cámara de seguridad) a instalarse donde el Departamento Ejecutivo lo disponga, el mantenimiento anual del pavimento de las calles circundantes al establecimiento y el tratamiento a los tanques de combustibles de la estación de servicios que funcionó en el predio. Al día de hoy y tras varias intimaciones por parte del HCD, VEA sigue incumpliendo con la ordenanza que autorizó su instalación con la complicidad del municipio. Nunca se desmintió la entrega de un cheque al municipio con fecha 10 de enero de 2012 para su compra equipada con UTI por la suma de 209.000 pesos y una segunda entrega con fecha 11 de abril de 2012 en concepto de actualización en el precio de la ambulancia UTI de 11.900 pesos, pero en un distrito en el que los vecinos se mueren en la calle porque no hay ambulancias para trasladarlos al hospital, la de VEA no aparece. La flexibilidad del municipio no es pareja a la hora de hacer la vista gorda. Pequeños, diminutos comerciantes de Necochea denuncian recurrentes presiones por parte de inspectores municipales “mi negocio es mi única entrada, soy madre de tres chicos, estoy sola con ellos y todas las semanas viene el colorado (inspector municipal) a presionar. Tengo todo lo que piden pero siempre es algo más” dice la dueña de una rotisería en la avenida 75. Lo mismo sucede con muchos comercios de todo el distrito. Conseguir la habilitación, trabajar por derecha es casi imposible. Las complicaciones y trabas que se imponen desde el municipio obligan al trabajo en negro. A los pequeños, al trabajador, al que subiste con su emprendimiento lejos de facilitarle la inserción al mercado formal, lo expulsan y marginan. Al grande, al que se lleva las ganancias a otro lado, se lo indulta, a ese se le hace la vista gorda. Y mientras en Necochea, 6 de 10 vecinos no trabajan.

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