La Plata, Ciudad Generosa

Se suspendieron más de 40 viajes del Aeroparque Metropolitano. La gente quedó varada sin asistencia de la compañía. Esquirlas de una gestión oscura, que está denunciada por corrupción

 Momentos de tensión se vivieron ayer en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, luego de que cientos de personas quedaran varadas por una falla en el sistema informático utilizado por Aerolíneas Argentinas y Austral. Se suspendieron la mayoría de los vuelos programados.
Desde la empresa aseguraron a la prensa que la "falla en el sistema" se dio "alrededor de las ocho de la mañana" e impidió la "salida y, en algunos casos, los arribos" al principal aeropuerto de cabotaje del país. Se estima que alrededor de 40 vuelos debieron ser cancelados, ya sean con destinos nacionales como internacionales. En el marco, de los desajustes, los usuarios quedaron demorados en la terminal. A su vez, no estaba clara la información respecto a la reprogramación de los viajes, así como tampoco se garantizó el hospedaje y contención de los pasajeros que se encontraban de paso por la Ciudad de Buenos Aires. “Recién mañana a la mañana (por hoy) nos van a decir a qué hora reprograman los vuelos. No nos dan nada, ni siquiera bauchers de comida. Después me quedaré a dormir en el piso porque ni siquiera nos garantizaron hospedaje”, señaló María, una de las damnificadas presentes en el lugar. "Tengo una nena especial y tengo horarios de medicación que respetar", sostuvo Claudia, otra pasajera presentes en la terminal. El conflicto que comenzó a principio de la mañana y recién comenzó a destrabarse cerca de la medianoche. La compañía a cargo de Mariano Recalde, miembro de La Cámpora, le deja al Estado una pérdida millonaria. Tamaño desfasaje se da por la ineficiencia en la gestión kirchnerista, que ni siquiera consumó la estatización, ya que, pese a la ley de expropiación sancionada en 2008, la misma nunca se concretó y las líneas aéreas continúan siendo una sociedad anónima, con la sola diferencia de que se encuentran intervenidas por el gobierno. A su vez, con La Cámpora al frente de la compañía se nombraron 1500 empleados sin atribuciones claras. La mayoría de los que ingresaron son parte de la camada de militantes rentados del kir - chne ris mo, sin que se haya priorizado las incorporaciones de personal especializado.
  Las consecuencias del despilfarro político 
Lo que está sucediendo en Aerolíneas Argentina es un claro reflejo de la forma en que se maneja el gobierno. Áreas estratégicas y sensibles del Estado, que requieren de mucha materia gris y de profesionales idóneos, son ocupadas por militantes rentados, obsecuentes de la Presidenta y aplaudidores de profesión. De esta manera, no es casualidad de que se generen situaciones de caos como las que ayer se registraron en Aeroparque, que perjudican a miles de ciudadanos. Peor aún: todo indica que se repetirán en cualquier momento. La Cámpora está utilizando los recursos de la línea aérea de bandera, que salen de los impuestos que aportamos todos los ciudadanos (Aerolíneas tiene un déficit de 3 millones de dólares por día, que se cubren con fondos del Estado), para financiar su caja política. En lugar de brindar un servicio que garantice seguridad a los pasajeros, permitiendo conectar todas las zonas del país de forma eficiente, la línea aérea de bandera sirve para alimentar los abultados contratos de funcionarios y dirigentes incapaces, como el propio titular de la empresa, Mariano Recalde -que gana más de $100 mil por mes- y que, antes de llegar a ese puesto, solamente habían visto aviones en fotos. De esta manera, todos los que cumplimos la obligación de pagar nuestros impuestos terminamos quedando como estúpidos.

Etiquetas: Argentinlandia