miércoles, 3 de julio de 2013

 

muy `poco de peronistas

El saqueo que está teniendo lugar en organismos como el PAMI y la Anses no es producto de la casualidad. Es una consecuencia de las nefastas políticas económicas de este gobierno, conducido por Cristina Fernández, que generaron recesión, inflación y una creciente pérdida de empleo genuino. A lo largo y ancho del país, podemos ver como las economías regionales están devastadas producto de que la Argentina es cada vez es menos competitiva. De esta manera, el Estado, que se financia con los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, se ha convertido en el principal empleador.
Hay provincias donde la principal fuente de empleo es la administración pública, lo que resulta insostenible dado que las fuentes de recursos, para sostener este enorme sistema, están agotados. Asimismo, con el objetivo de garantizar el voto fácil, el gobierno K utilizó los excedentes extras obtenidos durante casi una década, producto de una situación internacional excepcional para los alimentos que se producen en nuestro suelo, para montar un aparato de clientelismo político y asistencialismo que hasta le causaría pavor a los compadritos conservadores de la década infame. Además, de forma totalmente discrecional, utilizando punteros y militantes rentados, el gobierno nacional comenzó a repartir dádivas que, al sostenerse en el tiempo, terminan condenando a miles de familias a seguir en la pobreza más absoluta. Y esto se da, principalmente, en provincias que son ricas en recursos naturales, pero que son gobernadas por mandatarios feudales que reportan a la Casa Rosada. La única forma que tiene nuestro país, para poder progresar y sacar a los millones de compatriotas que viven en la pobreza e indigencia, es crear las condiciones para que se genere trabajo genuino. Y ello requiere inversiones y reglas de juego claras porque ningún empresario, en su sano juicio, va a destinar su capital para perder dinero. El rol de Estado, en lugar de ser una mera bolsa de trabajo para esconder la desocupación real, debería estar enfocado en dar más y mejores servicios a sus ciudadanos en materia de salud, educación y seguridad. Eso permitiría recrear la confianza y le daría impulso al círculo virtuoso que debería estar constituido por la inversión, el trabajo, la producción y el desarrollo del mercado interno. Así podría aprovecharse las enormes potencialidades que ofrece un país como el nuestro, bendecido por los climas, abundantes en recursos naturales de todo tipo que escasean en otras partes del mundo. En definitiva, una vez más queda demostrado que este gobierno nada tiene de peronista. Por un lado, porque no cumple con una de las máximas del justicialismo, que establece que los únicos privilegiados deben ser los niños y los ancianos. Por otro lado, también incumple con otras dos verdades del legado que dejó Perón: “No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan” y “en la Nueva Argentina el trabajo es un derecho y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”. La realidad de nuestro país habla por si sola.

Etiquetas:


Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]