sábado, 13 de julio de 2013

 

turbiedades en los vecinos

Los trastornos generados con la tormenta sacaron a flote la falta de obras y las irregularidades en el manejo de los fondos públicos. Dos gestiones, muy ligadas al kirchnerismo, en la mira Las precipitaciones que se registraron en los últimos dos días volvieron a poner de manifiesto no sólo la alarmante falta de obras, sino también la existencia de serias irregularidades en algunos emprendimientos encarados con fondos públicos en Berisso y en Ensenada. Se trata de municipios conducidos por dos ultrakirchneristas: Enrique Slezack y Mario Secco. La situación en Berisso es realmente grave. En el barrio El Carmen, una de las zonas que ayer estuvieron más anegadas, los propios vecinos salieron a denunciar las serias irregularidades cometidas por el municipio. Concretamente, para subejecutar partidas presupuestarias, el asfalto de varias calles se habría realizado sin el más mínimo criterio hidráulico (sin desagues) al punto de que muchas arterias quedaron en un nivel más bajo que las calles de tierra y el arroyo que pasa por la zona, con lo cual se terminó inundado cuando antes no ocurría. Asimismo, también se registraron complicaciones en La Plata, especialmente en los barrios aledaños a Berisso, como Villa Elvira, Villa Alba y Villa Montoro. “Nosotros venimos advirtiendo esta situación desde hace tiempo. Es más, impulsamos un proyecto para que el municipio haga obligatoriamente las obras hidráulicas que requieren el asfalto, y nos respondieron que no se podía porque eran obras separadas. Ahora se están pagando las consecuencias”, le dijo a Hoy el concejal de la UCR, Jorge Nedela
Ahora bien, esto es sólo una parte de los serios problemas que en materia habitacional y de servicios públicos se registra en la Capital del Inmigrante, que hace algunas décadas era una de las ciudades con mas generación puestos de trabajo genuinos del país. El presente dista mucho de aquella épo­ca: se calcula que, actualmente, según datos de la ONG Techo, al menos 1500 familias (alrededor de 10 mil personas) viven en condiciones infrahumanas en una decenas de asentamientos. Reciben, a lo su­mo, las dádivas de los planes asistenciales. Un nú­mero similar se registra en Ensenada, donde la tormenta de ayer también puso de manifiesto la falta de obras estructurales, que se suman a denuncias por despilfarros de recursos (ver aparte). Desde el retorno a la democracia, en Berisso, viene gobernando el mismo partido político, cuyos dirigentes se fueron sucediendo en el poder: Carlos Alberto Nazar, Juan Enrique Nadeff, Eugenio Juzwa, Néstor Juzwa y Enrique Slezack. Mas allá de las diferencias que hoy separan a Juzwa de Slezack, ambos supieron compartir el mismo gabinete municipal, al punto que el actual intendente fue secretario de gobierno de Juzwa. Todas estas gestiones comunales tuvieron un denominador común como fue facilitar los asentamientos irregulares de familias de condiciones sociales extremadamente humildes, provenientes de distritos del Conurbano, del interior del país y de países limítrofes. Acto seguido, gran parte de esta gente pasó a ser sometida a los mecanismos extorsivos del clientelismo político, constituyendo el “voto fácil” que utilizan los que conducen el Ejecutivo comunal para queres eternizarse en el poder. Cabe destacar que Slezack, que este año cumple una década como jefe comunal, profundizó a niveles exorbitantes estas formas oscuras e infames de hacer política.
  Manejos turbios en los pagos de Mario Secco
 El intendente de Ensenada, Mario Secco, es tan obsecuente del gobierno nacional que tiene un slogan que dice: “damos la vida por el kirchnerismo”. En ese sentido, el jefe comunal se ufana diciendo que su comuna recibe, supuestamente, recursos abundantes para hacer obras. Y hasta le falta el respeto a los jefes comunales, que no reportan al kirchnerismo, argumentando que si no reciben fondos es porque "quieren un proyecto liberal". Ahora bien, los manejos de los fondos públicos en Ensenada tendrían varios puntos oscuros. Concretamente, el Tribunal de Cuentas de la Provincia habría emitido informes lapidarios sobre la gestión comunal, aplicando multas superiores a los 2 millones de pesos por irregularidades. Esto derivó, hace algunas semanas, en que tuviera que renunciar al secretario de Economía del municipio, Hugo Schneider. También existirían serias irregularidades en la administración de los recursos que envía la provincia a través del Fondo de Fortalecimiento Familiar, que debería ser destinado a atender las tareas de asistencia de la niñez y acción social. Concretamente, según lo establece la ley, para utilizar estos fondos debería funcionar un consejo local y un servicio conformado por profesionales de distintas disciplinas. Tanto el consejo y el servicio brillan por su ausencia, por lo que se sospecha que se estarían utilizando estos fondos (solamente entre enero y mayo de este año se habrían giraron $478.100) en gastos que nada tienen que ver con lo establecido, en un distrito con importantes bolsones de pobreza extrema e indigencia. Asimismo, las falencias en infraestructura urbana, que se pusieron de manifiesto con los anegamientos de ayer, también abren interrogantes acerca de cómo se están utilizando los recursos federales que, según Secco, llegan desde la Casa Rosada por su alineamiento político con la administración K.
  Negocios oscuros en el barrio del intendente Slezack
 La falta de planificación habitacional es una característica distintiva de la gestión de Enrique Slezack en Berisso. Muestra de ello representa el plan Federal de Viviendas sin concluir ubicado en el barrio San José Obrero, de donde es oriundo el jefe comunal. La obra que comenzó hace cerca de siete años se encuentra paralizada, habiéndose concretado sólo 75 de las 350 viviendas estipuladas, lo cual significa el 21% de la proyección inicial. Lo cierto es que las promesas por parte del municipio abundan desde hace dos años. La última apuntaba a que las construcciones iban a retomarse en junio y ello no ocurrió. Ahora bien, el dinero para la finalización de la obra fue asignado pero nunca se supo el destino final, ya que el Estado nacional nunca planteó objeción alguna y la parte municipal no dio una explicación concreta sobre los montos. De hecho, fuentes vinculadas a la empresa PyPSA, licitadora de la obra, señalaron a Hoy que “nunca recibieron los fondos para la continuación de la viviendas” por lo que se decidió interrumpir los trabajos. Cabe recordar que los vecinos de barrio Obrero debieron sufrir tres inundaciones (sumada a la de ayer, una el 2 de abril y la otra el 3 de mayo) y ayer tuvieron muchas complicaciones. Para peor, el emplazamiento de la obra levantó los terrenos de las casas ya concluidas, lo que generó que las precipitaciones desagoten hacia las casillas precarias aledañas, las cuales deben afrontar el agua que se arrastra en cada inundación, con la triste paradoja de que los vecinos inundados son los adjudicatarios de las viviendas no terminadas.

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