La Plata, Ciudad Generosa

El empresario Lázaro Báez pidió, en la causa en la que está imputado por lavado de dinero, que declare como testigo un escribano para que aclare las distintas versiones que dieron Horacio Quiroga, ex presidente de dos empresas petroleras de Báez, y la diputada nacional Elisa Carrió.
Se trata del escribano Guillermo Emilio Coto, quien rubricó una declaración que Quiroga hizo en el departamento de Carrió, en la que sostuvo que "las indicaciones y órdenes las recibía Báez de Néstor Kirchner", informaron fuentes judiciales.     Quiroga le dijo a la prensa que Kirchner dio en préstamo siete millones de dólares en efectivo para las empresas y que vio cuando los contaban en una mesa, pero ante el juez federal Sebastián Casanello señaló que no le constaba que el expresidente haya dado ese dinero.
   Sin embargo, en un intento por echarse atrás de sus dichos, aclaró que ante el escribano quiso decir que Báez "recibía consejos, indicaciones, pero no órdenes" de Kirchner. Aunque igualmente, para los fines de la investigación es prácticamente lo mismo.
   El pedido de citación al escribano por parte de Báez, se trata de un intento desesperado del empresario kirchnerista para rebatir las múltiples acusaciones que afronta, no sólo vinculadas al lavado de dinero si no también a los evidentes favoritismos en el otorgamiento de obra pública. Cabe recordar que Carrió no sólo denunció a Báez por lavado, sino también por asociación ilícita, que se gestó durante el Gobierno de Néstor Kirchner.

Etiquetas: Argentinlandia