viernes, 20 de septiembre de 2013

 

tengamos un clasico SIN VIOLENCIA

Hay que llevar la memoria a abril de 2009 para ver el estadio colmado y pintado de azul y blanco de un lado y de rojo y blanco del otro. Más de tres años han pasado de aquel acontecimiento que debiera haber sido un partido más pero que hoy queda en el recuerdo por esa mala costumbre que llegó con posterioridad y que el próximo domingo cumplirá cinco duelos consecutivos.
Parece que ya se toma como algo común. La particularidad, ya no tanto para el fútbol argentino, de que el derby de la ciudad se dispute con un marco de público único suma su quinto capítulo. La temporada 2009/10 y 2010/11 selló cuatro duelos sólo con parcialidad local y ahora, con el retorno del clásico del enfrentamiento entre Gimnasia y Estudiantes tras dos años de ausencias, vuelve a repetirse la disposición establecida por las instituciones de seguridad.
En aquellos primeros días de abril de 2009 fue la gente de Estudiantes la que se quedó con la alegría, aún sin haber ganado. Pues, gracias al tanto de Juan Cuevas, el Lobo estaba encaminado para quedarse con la victoria en un partido enredado, friccionado, donde el árbitro Gustavo Bassi expulsó a uno por lado, tanto al Chino Benítez como a Diego Villar, hasta que la salida de Juan Sebastián Verón permitió el ingreso de
Christian Sánchez Prette y este, en complicidad con el defensor tripero, Marcelo Cardozo, decretó la igualdad final en la agonía del partido. Tras ello, sobrevino la oscuridad, el colorido se apagó y el clásico quedó marcado por la exclusividad de los locales. El 29 de agosto de 2009 se disputó el primero de esos duelos en el Ciudad de La Plata, donde Estudiantes hizo las veces de local y se adjudicó el duelo por un 3 a 0 inobjetable (Salgueiro, Boselli y Enzo Pérez).
Pasaron cinco meses para que Gimnasia volviera a festejar. Fue en febrero de 2010, en el Bosque, siendo una tremenda victoria 3-1 para el castigado pueblo tripero, con un Stracqualursi encendido (metió dos y hasta falló un penal) y un Cuevas oportuno, mientras que la Brujita marcó el descuento.
El capítulo 148 contó, a su vez, con la particularidad que ni siquiera se desarrolló en la ciudad. Porque la sede del enfrentamiento fue el Centenario de Quilmes, donde el Pincha ha hecho las veces de local durante un buen rato. Ahí ganó el local por 2 a 0 (Gastón Fernández y Verón, de penal) y eso le costó la continuidad a Diego Cocca, entrenador del Lobo por ese entonces.
El antecedente más cercano del clásico se remite al choque en el Ciudad de La Plata, el 5 de marzo de 2011, con pleno público albiazul y triunfo de Estudiantes, por 2 a 0 (Gastón Fernández y Enzo Pérez), lo que le da un condimento especial al choque 150, puesto que el Lobo quiere la revancha y el León la confirmación de un historial favorable en el último tiempo.

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