domingo, 20 de octubre de 2013
carreras en el unico
El ruido, permanente y penetrante, no cesó en ningún momento. No importó si la melodía provenía de los parlantes, del escenario donde varios artistas expusieron sus atributos o, tal el motivo de la cita, de los poderosos motores V8 ingleses de Súper TC2000 que hicieron vibrar el Ciudad de La Plata. Dio igual, la buena cantidad de gente que se acercó a ese escenario disfrutó de un espectáculo tan inédito como atrapante.
La tarde fue cayendo y con la pérdida de luz natural y el mayor protagonismo de la iluminación artificial, todo tomó otro color. El circuito, perfectamente presentado, lentamente adoptó el color inconfundible de las huellas de neumáticos y se impregnó del inconfundible olor a combustible que, por lo general, sólo se siente en un autódromo convencional. Pero esta vez la apuesta de Súper TC2000 fue diferente y el público se enganchó. Es cierto que el clima lejos estuvo de ser el futbolero que por lo general se vive en este estadio, pero aun así las tribunas tuvieron por momentos un papel principal con la invitación de los animadores a jugar un fútbol-tenis en plena recta con los pilotos o para girar una vuelta como invitados en un showcar de la categoría. O alentando a su paso, bien cerca del foso perimetral, a los participantes en plena acción de control de su unidad. Los recitales de Luciano Pereyra y Juanse, ex líder de los Ratones Paranóicos, el set de Catarina Spinetta, la hija de Luis Alberto Spinetta, junto al acompañamiento de la telonera Fiat Punto Abarth Competizione, amenizaron la tarde noche platense. La competencia, que entregó puntos para el campeonato, tuvo un sabor especial en un evento que, con muchas cosas por mejorar (por ejemplo, que en alguna de las cuatro pantallas se muestren los tiempos de cada vuelta, teniendo en cuenta que es un factor decisivo para pasar de ronda o algún condimento para levantar más al público), aprobó con creces desde el punto de vista del espectáculo.
La tarde fue cayendo y con la pérdida de luz natural y el mayor protagonismo de la iluminación artificial, todo tomó otro color. El circuito, perfectamente presentado, lentamente adoptó el color inconfundible de las huellas de neumáticos y se impregnó del inconfundible olor a combustible que, por lo general, sólo se siente en un autódromo convencional. Pero esta vez la apuesta de Súper TC2000 fue diferente y el público se enganchó. Es cierto que el clima lejos estuvo de ser el futbolero que por lo general se vive en este estadio, pero aun así las tribunas tuvieron por momentos un papel principal con la invitación de los animadores a jugar un fútbol-tenis en plena recta con los pilotos o para girar una vuelta como invitados en un showcar de la categoría. O alentando a su paso, bien cerca del foso perimetral, a los participantes en plena acción de control de su unidad. Los recitales de Luciano Pereyra y Juanse, ex líder de los Ratones Paranóicos, el set de Catarina Spinetta, la hija de Luis Alberto Spinetta, junto al acompañamiento de la telonera Fiat Punto Abarth Competizione, amenizaron la tarde noche platense. La competencia, que entregó puntos para el campeonato, tuvo un sabor especial en un evento que, con muchas cosas por mejorar (por ejemplo, que en alguna de las cuatro pantallas se muestren los tiempos de cada vuelta, teniendo en cuenta que es un factor decisivo para pasar de ronda o algún condimento para levantar más al público), aprobó con creces desde el punto de vista del espectáculo.
Etiquetas: datos de la ciudad, deportes
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