sábado, 5 de octubre de 2013

 

crisis habitacional en el seno K

El kirchnerismo y el déficit habitacional son hoy dos de los graves problemas que la política argentina no se decide a solucionar y que esta vez estallaron en un fuerte conflicto en Río Gallegos.
  Presos de una interna feroz, cientos de familias tomaron numerosos terrenos en la capital santacruceña, soportando los fríos vientos del sur con el único fin de conseguir un techo, un lugar donde vivir, mientras la administración nacional, provincial y municipal se acusan mutuamente.
   Desde la comodidad de la Casa Rosada, la única medida ha sido enviar seis camiones del Ejército, cuatro de Gendarmería nacional y Prefectura para asustar a los ocupantes y levantar los “campamentos”. Además, Cristina envió ayer al secretario de Seguridad, Sergio Berni, para negociar (respaldado, claro está, por las fuerzas nacionales).
   Parte de las tierras usurpadas pertenecen a la Armada, hasta donde llegaron cerca de 500 personas que luego comenzaron a retirarse ante la llegada del personal de Gendarmería; en tanto se contabilizaron una totalidad de 3.000 terrenos ocupados en los últimos días y las autoridades continúan con los relevamientos.       Así, se evidencia una crisis de viviendas que abarca todo el país, desde el empobrecido norte argentino, con sus sequías y sus economías regionales arruinadas, hasta el árido sur, cuna del kirchnerismo.
    En cuanto a las tierras ubicadas a unos 10 kilómetros del centro urbano, el Municipio solicitó la intervención de la justicia ordinaria penal, requiriendo la presencia de la policía provincial “para garantizar la seguridad; además de la solicitud de prohibición del ingreso de gente al lugar sin ninguna autorización. Esto para evitar que se siga ocupando el espacio”, explicaron fuentes oficiales.
     Las disputas políticas y los magros resultados electorales de los dirigentes K están en el trasfondo de las tomas en Santa Cruz. Ayer, el intendente de Río Gallegos, Raúl Cantín, apuntó al gobernador Daniel Peralta  y sostuvo que las masivas usurpaciones responden a la “necesidad por ganar votos” y lamentó que “se especule con la necesidad”.
  Peralta, enemistado con el gobierno nacional, sostuvo que las usurpaciones eran consecuencia de la falta de planificación urbana del municipio y calificó a Río Gallegos como “la capital nacional de las usurpaciones”. Así, mientras los kirchneristas (arrepentidos o no) se pelean, la gente espera respuestas.

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