lunes, 14 de octubre de 2013

 

prostitucion 1, intendente cero

La gestión del intendente Gustavo Pulti en Mar del Plata dista de ser una de las más ejemplares en territorio bonaerense. En la actualidad, además de la creciente ola de delincuencia que sacude al municipio, hay otro problema que puso en discusión a la administración comunal. En concreto, se trata de la larga lista de prostíbulos que funcionan en el partido de la Costa Atlántica que siguen funcionando sin ningún tipo de prohibición frente a las propias narices de los funcionarios que responden al pultismo, fuerza local alineada con el Gobierno kirchnerista.
La triste realidad fue puesta en evidencia a fines del último mes de septiembre por la fundación La Alameda: en un informe, la ONG certificó que “se realizaron 100 operativos por la ordenanza 19.789 que cierra los antros de la trata sexual, pero ninguno de estos se denunció en la justicia federal”. Y la principal acusación recae sobre el propio Pulti, a quien critican por negarse “a tomar la decisión política de denunciar a los prostíbulos”. En la misma sintonía que La Alameda, desde la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), indicaron que “por parte del Ejecutivo no hay demasiada voluntad política” para ponerle coto al terrible flagelo que también es tema de debate en otros municipios bonaerenses. Justamente, ambas organizaciones resaltaron el hecho de que no son pocos los casos en los que los prostíbulos terminan siendo clausurados, pero al poco tiempo vuelven a abrir sus puertas en el mismo emplazamiento o a pocos metros del local en cuestión. En este sentido, desde MuMaLá explicaron que actualmente, en temporada alta, “la cantidad de lugares habilitados (donde hay prostitución) son cuatrocientos, y se estima que hay diez mujeres en cada uno, por lo que analizamos que hay cuatro mil mujeres en situación de prostitución y/o de trata”.
  La situación en el distrito costero es todavía más preocupante si se tiene en consideración que es excesivamente alto el número de familias que tienen que recurrir al oscuro negocio de la trata de personas para satisfacer sus necesidades económicas en un país carcomido por la inflación. Sin ir más lejos, según un informe realizado por el Grupo OLAS (Opinión Laboral, Académica y Social), en la ciudad de Mar del Plata son dos mil las familias que viven de la prostitución, directa o indirectamente, algo que deja al descubierto un complejo escenario de cara al futuro.

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