lunes, 25 de noviembre de 2013

 

la UCR peronista

Si hay algo que el tiempo está socavando es la polarización, en términos políticos, entre el radicalismo y el peronismo.
En lo últimos años la fuerza y el respaldo que ha alcanzado el peronismo es tan importante, que ha dejado a la sombra al centenario partido de la UCR, arrodillándose, en muchas ocasiones a los intenciones digitadas desde el PJ.
 La última demostración, a nivel provincial, fue la decisión que tomaron intendentes y legisladores radicales de acompañar, con críticas, los pliegos del Presupuesto 2014 y la Ley Impositiva.
Si bien rechazaron la creación de una contribución especial, que incrementa el impuesto inmobiliario un 18 por ciento, que sería destinado a la cartera de Seguridad; una vez más ese espacio político quedó subordinado a los designios políticos del peronismo.
 La justificación, esgrimidas por lo dirigentes, es garantizar la gobernabilidad de Daniel Scioli acompañándolo en la aprobación de una “herramienta” necesaria para gestionar la Provincia.
"Buscamos promover acuerdos para la gobernabilidad porque en el medio de las disputas políticas están los bonaerenses", sostuvieron en un comunicado emitido tras un encuentro de dirigentes radicales en la Cámara de Diputados.
 El lugar en el que queda relegado el radicalismo, deja de configurarse como opositor, transmutándose en un bloque que acompaña, lugar donde se minimizan las diferencias y su rol en esa polarización, se esfuma.
 A todo esto, como alternancia, como tercera posición, como astilla que molesta al peronismo, la oposición surge una vez más de una costilla del mismo peronismo.
 Lo que vislumbra el presente, es que opacado el radicalismo por sus propias acciones, en territorio bonaerense no hay posibilidad de una alternativa política, que no surja del interior del Partido Justicialista.        Aunque con raíces en la UCEDE, el líder de la oposición al PJ bonaerense, Sergio Massa creció políticamente dentro del peronismo y fue, hasta junio de este año, cuando formalizó su candidatura por otro espacio político, miembro del oficialismo que hoy critica.
 Mientras, en pocos meses, una fuerza que recién nace como espacio político logró poner palos en la rueda al oficialismo, trabando por estas ahora que avance el Presupuesto 2014, el centenario partido guarda sus diferencias políticas y su perfil ideológico, acomodándose y vendiéndose al mejor postor.
Algunos cuidan su “quintita”, cambiándose la casaca y uniéndose a las filas massistas, y otros, los que se quedan, acompañan las decisiones del oficialismo, en una cruzada en la que se ubican como rehenes de las disputas peronistas.
 En un lado o en el otro, la UCR bonaerense queda a la sombra del peronismo, subordinada a mandatos e ideologías, que hace muchos años, estaba en las antípodas de sus designios.

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