jueves, 21 de noviembre de 2013

 

una de Marin Vestiga

Cansado de los formalismos y del sucesivo respeto al protocolo que muestran los dirigentes locales, me propuse resolver algunos entramados que exceden al ejercicio político.
Fue entonces cuando esta semana investigué sobre las relaciones humanas que podrían existir entre representantes de fuerzas opositoras en la apasionante ciudad de las diagonales.
Para eso recabé datos sobre un edil que deberá dejar su banca, pero que no se irá con las manos vacías.
Él es abogado penalista y acompañó los proyectos más polémicos del bruerismo, incluso fue uno de los abanderados del polémico COU, a tal punto que el dictamen emitido por el juez Luis Arias le cayó como un baldazo de agua fría.
Este concejal también es conocido por ser el sobrino de un ex gobernador. Para volver a subir temperatura (hay que entenderlo, todos lo necesitamos), el muchacho ya tiene quien lo caliente: se trata de una joven que por medio de la red social del pajarito muestra lo enamorada que está de él. Apodada bajo el pseudónimo de "La China" (que no es Suárez), esta chica también ocupa un cargo administrativo en el municipio: es empleada preferencial de un edil opositor que ama el color amarillo y aun se babea al ver en televisión el Metrobús.
¿Sabrá su jefe que esta empleada tiene un fogoso romance con el concejal penalista, o creerá que ella está “solá”?

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