sábado, 14 de diciembre de 2013

 

martin vestiga y el ministro

Este jueves un amigo me invitó a pasar un día de camping en el enorme predio que el Sindicato de Salud Pública tiene sobre la calle 635, a pocos metros de la Avenida 7, la principal de La Plata.
Con el afán de despojarme de las obligaciones periodísticas, comencé a encender las brasas del jugoso asado que tenía pensado hacer.
Ya con mi remera en la cabeza y en cuero, disfrutaba de una buena sombra mientras removía el carbón y escuchaba el cantar de los pájaros con mi traje de baño nuevo y unas cholulas ojotas.
Pero todo se desmoronó cuando comencé a ver que al camping ingresaban los autos de alta gama: fue mayor mi asombro al divisar a varios ministros de la Provincia, entre ellos Alejandro Collia, de Salud, y Ricardo Casal, de Justicia.
Decidí acercarme con la excusa de ir al buffet y vi cómo Casal maltrató a un periodista que le preguntó "¿Por qué no se pudieron negociar los salarios de los policías durante su gestión al frente del Ministerio de Seguridad"? La respuesta del ministro fue tan fea como la cara que me hizo poner al sentir tanta vergüenza ajena: "Estás mal informado", le dijo al pobre muchacho que, con respeto y consideración, le hizo una consulta.
Mi bronca se agigantó al notar que Casal portaba unos lentes marca Ray Ban que costaban más que toda la ropa que llevaba el pobre periodista. Decidí solidarizarme con el colega y lo invité a compartir un almuerzo conmigo. Yo gané un amigo más, y eso es lo que me llevé de ese hermoso jueves de sol.

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