La Plata, Ciudad Generosa

Familiares y amigos de Omar Cigarán, el chico de 17 años muerto a balazos hace un año en un supuesto intento de robo, concentraron ayer  frente a las fiscalías platenses, donde además colocaron una baldosa con la imagen del joven para pedir que cesen los casos de gatillo fácil. Durante la actividad insistieron con el reclamo de justicia y la denuncia por las falencias en la instrucción de la causa, incluido el sobreseimiento del efectivo que disparó.
A la convocatoria, realizada por “Familiares y Amigos de Omar Cigarán”, se sumaron la Asociación Miguel Bru, CORREPI La Plata, Federación Universitaria La Plata (FULP), Frente Popular Darío Santillán – CN, la Olla Popular de plaza San Martín, el Programa "Niñez: DDHH y Políticas Públicas", la FCJyS (UNLP), y la agrupación Surcos. Para realizar el llamado, su madre Sandra Gómez, y los familiares y amigos del joven, difundieron una dura carta en la que argumentan las razones por las cuales consideran “vergonzoso” todo lo ocurrido en torno a la investigación por la muerte de Omar. Dicen entonces que un día antes de la muerte del adolescente, agentes policiales amenazaron a la familia: “Si hoy al guacho no lo entregas a la comisaría, mañana lo tenés muerto”, le dijeron. Plantean también que ese tipo de amenaza no fue aislada, e informa que hubo 16 denuncias realizadas por ella y su familia por la persecución policial a la que Omar era sometido, en episodios en los que el joven era levantado golpeado y usurpado sin causa. “No se hizo nada con esas denuncias”, dice la mujer. “Es una vergüenza que al cuerpo de Omar le hayan plantado un arma en la morgue y que no se haya investigado eso”, avanza la carta ya sobre las actuaciones posteriores a la muerte. Y sigue con que ningún policía ni fiscal cumplió con la Resolución N°1390 de la Suprema Corte Judicial de la provincia que establece que, cuando en un hecho está implicado un funcionario policial, la policía no tiene que intervenir en la investigación ni recolectar pruebas. “Por supuesto, esto es porque se protegen entre ellos”, analiza. Para la familia de Cigarán “son una vergüenza las irregularidades que hubieron en la investigación de la causa”. Y mencionan testigos nunca interrogados, contradicciones en las declaraciones de los testigos que sí declararon, cámaras de seguridad que justo no filmaron el momento del hecho. También critican que la familia no haya sido notificada sobre el proceso de la causa, que la fiscal Ana María Medina haya pedido cerrarla, y que el fiscal general Héctor Ernesto Vogliolo haya resuelto abalar el cierre de la causa en un día. “La justicia es rápida cuando quiere”, dicen. Y cierran: “Es una vergüenza que quieran sobreseer a Diego Walter Flores, el policía asesino. Es una vergüenza los mecanismos de impunidad de la policía bonaerense. Es una vergüenza que el poder judicial sea cómplice de estas prácticas. Es una vergüenza el ‘clima de eliminación e impunidad’ en el que vivimos. Es una vergüenza que sigan dejando matar a los pibes como si fueran pajaritos en un campo”.

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