La Plata, Ciudad Generosa

  Un porteño conocedor de la dinámica vida nocturna en esa ciudad me reveló en los últimos días una especie que él mismo no sabía cómo contar. Lo hizo con seriedad, dudando, eligiendo las palabras. Pero lo tiró.        
 Según este calificado informante, un político bonaerense de alto perfil, candidato en las pasadas elecciones, tendría una inclinación delictiva para satisfacer sus deseos sexuales. Básicamente, emularía al cura César Grassi, condenado por abuso sexual de menores.
 Las versiones dicen que, por las noches, el dirigente mandaría a reclutar chicos para llevar a su coqueto búnker de Las Cañitas, donde daría rienda suelta a sus mayores perversiones sexuales.
Una práctica que, dicen, se extendería en muchos círculos políticos, deportivos y del espectáculo. De eso puede dar cátedra, por ejemplo, el “Bambino”
 Volviendo a este político en cuestión, que ya ha sido objeto de diversas acusaciones de índole sexual, como el voyeurismo -aunque ninguna que, hasta ahora, cruzara la línea de lo delictivo-, todo esto lo hace, encima, sin ponerse colorado.
 Fin de la cita

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