jueves, 13 de febrero de 2014

 

miriapampa sin acuerdo

La pareja formada por Agustina Pierres y Belén Zarranz y el dueño del bar Mirapampa, Marcos Drago, al cual ellas denunciaron porque se sintieron discriminadas una noche en la que se besaron, coinciden en que no pudieron ponerse de acuerdo en la audiencia de mediación realizada el último martes en el Inadi. “No logramos que reconozca el hecho como un caso de segregación ni que desmintiera ciertas cosas que dijo”, sostienen ellas. “No acepté decir lo que ellas querían escuchar para sacarles una sonrisa, porque eso hubiera implicado mentirme a mí mismo”, expresó él. Detrás de esas frases un sinnúmero de interpretaciones y sensaciones de ambas, que van desde el beneplácito por haberse podido sentar a hablar cara a cara, hasta la desilusión por no haberlo podido hacer en un ámbito más amable, o por no haber encontrado en esa cita la reparación buscada. Las chicas siguen sintiendose víctimas de un caso de discriminación sin fundamento, el hombre se considera perjudicado por una serie de sucesos que siguieron dañándolo personal y comercialmente.
La historia se remonta al sábado 7 de diciembre último, cuando Belén y Agustina estaban en el bar de 17 y 71. Las versiones que los enfrentan coinciden en que la pareja se fue del lugar, pero difieren en las circunstancias. Ellas aseguran que estaban bailando y se dieron un beso. El dueño del lugar confía en la versión del encargado de ese momento que sostiene que hubo “algo más que un beso”. Las chicas insisten en que las echaron sin más trámite, pero en el bar aseguran que en realidad sólo hubo un pedido para que dejaran de tener una actitud que consideraron era “subida de tono”. La consecuencia de aquella denuncia fue una amplia repercusión, con alcance en medios nacionales, y una reacción colectiva que incluyó una “besada masiva” en el playón de la Estación Meridiano V, justo frente al local cuestionado. También hubo una carta pública del empresario, sentando su postura. En aquella “besada”, en la que estuvo presente el dueño del lugar, se dio el primer contacto entre ambas partes. Quedaba pendiente la cita en el Inadi, el organismo contra la discriminación y la xenofobia que tomó cartas en el asunto. Ese encuentro se concretó este martes (dos meses después) a las 14, y duró algo más de una hora y media. Estuvieron dos representantes legales del Inadi, Belén y Agustina junto a su abogado, y Drago. La concreción de la audiencia es un hecho atípico en el Inadi. Las autoridades les dijeron a las partes que es raro que pueda concretarse con ambos sectores en pugna presentes.

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