domingo, 9 de febrero de 2014

 

todos ajustados menos ellos

Devaluación, inflación y crisis. Los docentes reclaman un 61% de aumento para las paritarias, con el fin de recomponer parte del salario perdido. Enojada, Cristina Kirchner reta a sindicatos y trabajadores para que “moderen sus reclamos” y llama a sus militantes a “convencer” a quienes protestan en las calles que lo mejor es “ir a cuidar los precios”. Pero el círculo se cierra con la última polémica en la Legislatura porteña, donde el kirchnerismo “hace” de oposición al gobierno de Mauricio Macri.
 No tan distintos, los archienemigos de la política televisada acordaron no sólo que el aumento del 57% que recibieron en 2013 era “acorde a sus responsabilidades”, sino que rechazan un proyecto para cobrar como un director de escuela y pretenden volver a aumentar su salario de bolsillo, que ya supera los 30 mil pesos y llega, con descuentos, a casi $50 mil. Estiman que la suba será del 24 por ciento, pero no será la única en 2014.
 Así, la contradicción “nacional y popular” se evidencia cada vez que se contrapone el discurso oficial con las políticas económicas que impulsa el mismo gobierno.
Por ejemplo, días atrás, la Presidente anunció con bombos y platillos el aumento del 11% a los jubilados, cuyos haberes están por debajo de la canasta básica. 11% son $280 para los más de 4 millones de abuelos que cobran la mínima; es decir, nueve pesos por día.
En la Legislatura, la piedra la lanzó Gustavo Vera, recientemente electo para ocupar una banca luego de años de docencia. Indignado por los obscenos sueldos de la política, donó el 60% de su salario a la Comunidad Qom y a la cooperativa Lacar, en partes iguales. “Me quedé con 10 mil pesos, que era lo que cobraba en mi cargo como maestro titular con doble escolaridad”, dijo  el legislador que comparte espacio con Pino Solanas. Luego, especificó que el proyecto que desató la polémica “se conoció ahora, pero lo voy a entregar en marzo, y ya se pueden ver las resistencias que generó”.
 Vera hace referencia a las declaraciones de kirchneristas y macristas, horrorizados ante la posibilidad de cobrar como un director de escuela, tal como plantea la propuesta. Dante Gullo, legislador K, dijo: “Me gustaría poder donar mi sueldo, pero no puedo. No es gran cosa si uno piensa las horas de militancia que implica”. Su jefa de bancada, Gabriela Alegra, estimó que “el sueldo es correcto. Cada trabajador debe cobrar de acuerdo a sus responsabilidades”. Vera dijo que le da “vergüenza ser un servidor público y ganar cinco veces más que la media”.
Al kirchnerismo y sus amigos del poder, sin embargo, no se les mueve un pelo. Mientras el pueblo gana salarios de miseria, Cristina tiene el “tupé” de pedir moderación y su tropa, la desvergüenza de justificarse. La crisis ya se siente, pero el ajuste aún no llegó a la política. A ellos nunca les llega.

Etiquetas:


Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]