La Plata, Ciudad Generosa

Este viernes se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica y en La Plata hay una cita pautada: a las 17 en la plazoleta “La Noche de los Lápices” (8 y 61). Habrá múltiples actividades y se homenajeará a Pepa Gaitán, convertida en mártir tras ser asesinada por el padrastro de su novia el 7 de marzo de 2010 en Córdoba. El programa festivo incluirá un “picadito de fútbol” en plena calle entre dos equipos llamados “Tortas” versus “Tortilleras”, la proyección de cortometrajes de características lésbicas, talleres de reflexión y consejos prácticos para sobrevivir a la violencia del régimen heterosexual, by Leo Silvestri, una feria abierta, stencils y música.
La asistencia será libre y según reza el evento "están invitadas todas las amigas que quieran traer sus cosassss. (cuando decimos todas, decimos todes)".
Para Fer Losso, una de las organizadoras del evento y militante a través de la página de Facebook, “Malas como las arañas”, la fecha, “Es un antes y un después tras el asesinato de la Pepa. Porque aunque en el juicio y posterior condena a Torres, padrastro de la novia de Gaitán, no figura la palabra Lesbicidio, esta conmemoración no es otra cosa que denunciar la lesbofobia surgida de un patrón cultural arraigado en el patriarcado y la heterosexualidad obligatoria como régimen político”. Respecto de las actividades, Losso sostuvo que, “Ya contamos con casi 50 videos y cortos que serán proyectados sobre una tela sobre la pared de Bellas Artes y la música y la electricidad serán provistas por los chicos de Pura Vida. La unión del rock con la militancia lésbica”, aclaró. “Además”, Fer, “va estar Leo Silvestri, una chica que realizará un taller de reflexión y técnicas de autodefensa. Porque no queremos ser más víctimas de la violencia machista y lesbofóbica. Nuestra militancia nos dice que debemos empoderarnos y decirle no al miedo”. Por último, la integrante de “Malas como las Arañas” y organizadora del evento, reiteró la invitación a todas las chicas, sean o no militantes, a esta conmemoración: “De lo que se trata es de recordar este hecho (el asesinato de la Pepa Gaitán), para que no se repita”.

“La Pepa” Gaitán fue asesinada a quemarropa por quien era el padrastro de su novia. El crimen fue cometido por ser lesbiana en marzo de 2010. La historia de la Pepa, como le gustaba que la llamaran, delata no sólo la violencia social que suelen sufrir lesbianas, gays y trans más allá de los avances legislativos, sino también cómo esta violencia se hace más cruel cuando las víctimas eligen vivir por fuera del estereotipo que les imponen. Esta tragedia comenzó el sábado 6 de marzo de 2010 a la tarde, cuando Daniel Esteban Toledo (39) fue hasta la casa de Natalia Gaitán, a buscar a su hijastra, una chica de por entonces 16 años. La adolescente se había ido de su casa donde vivía con su mamá y su padrastro, porque éstos se oponían a que mantuviera una relación lésbica con otra chica del barrio Parque Liceo de la ciudad de Córdoba. El hombre, tras buscar a su hijastra, la encontró en la casa de Natalia y se la llevó de regreso ese sábado a la tarde a vivir con él y su esposa. Fue entonces, cerca de las 19.30, que Natalia se dirigió hacia una vivienda de la manzana 19, a buscar a su novia. Pero, la chica no apareció. Lo hizo su padrastro, Daniel Torres, quién le recriminó a Natalia que estaba “pervirtiendo” a la adolescente. Discutieron fuerte y Natalia reclamó su derecho y el derecho de la chica a ser felices, a amarse libremente, a disfrutar de su sexualidad. Toledo no soportó la afrenta y fue hacia adentro de la vivienda. Natalia se fue enojada. El hombre salió tras ella y la llamó. Cuando la chica se dio vuelta, se oyó el disparo de una escopeta calibre 16.
Natalia fue malherida en su hombro derecho. Caminó unos pasos y se desplomó. La ambulancia y el patrullero se demoraron mucho. Natalia perdió abundante sangre, hasta que la llevaron al Hospital Municipal de Urgencias de Córdoba. Pese a que la atendieron de emergencia, la chica murió a las 2 del domingo 7 de marzo. En agosto de 2011 Daniel Torres fue condenado por la Cámara Séptima de Córdoba a 14 años de prisión por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Algo que deja la sensación de una pena insuficiente. Si bien el tribunal aplicó la pena requerida por la fiscalía, la madre de la víctima, Graciela Vázquez, se mostró muy disconforme con el fallo, al considerar que su hija fue víctima de un crimen motivado por su identidad sexual, lo que no consideró acreditado ni el fiscal ni el tribunal que condenó a Daniel Torres. Desde el principio, este caso ha sido tomado como ícono por organizaciones que luchan contra la lesbofobia y toda forma de discriminación por la orientación sexual que sostienen que se trató de “un crimen de odio” y que a Natalia Gaitán “la mataron por ser lesbiana”. Transformar un hecho tan luctuoso —como la muerte injusta de Pepa Gaitán— en acciones de recuerdo permanente y educación de la sociedad es el mejor modo de honrar a quienes pagaron con su vida la absurda discriminación que aun se anida en la sociedad.

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