lunes, 3 de marzo de 2014

 

la dekagada de muertes

Muerte, impunidad y lucha. Son demasiadas las tragedias de nuestra historia reciente donde la muerte dice presente y el Estado se muestra ausente. Y a mayor silencio oficial, mayor impunidad, mayor dolor. Las heridas no cicatrizan, dejan marcas. La corrupción, la desidia: huellas gravadas en el cuerpo de cientos y cientos de víctimas inocentes y en la memoria de sus familiares. Amigos, hermanos, padres, madres que salen a luchar, que comienzan a juntarse, que se enfrentan al poder y que, a veces, ganan.

En estos diez años de kirchnerismo tuvimos de todo: tragedias colectivas como Cromañon, las inundaciones de Santa Fe y La Plata, Once y el tren que nunca se detuvo. Desapariciones y asesinatos que se convierten en símbolo de la injusticia en feudos del conurbano o el interior del país: Paulina Lebbos, asesinada en Tucumán, como uno de los casos más emblemáticos. Siempre, el gobierno actuó de la misma forma: borró la tragedia del relato oficial, negó ayuda a las víctimas y hasta enhebró una compleja red de complicidades para garantizar la impunidad de los culpables. Policías, jueces, ministros, medios de prensa, todo un aparato fue montado para acallar los cuestionamientos y perpetrar la injusticia. Por eso, Hoy fue a hablar con los protagonistas involuntarios de los casos más resonantes, para que cuenten, en primera persona, cómo es resistir el avasallamiento de los poderosos. Cómo es la lucha desde adentro, pese a las amenazas, los intentos de cooptación, la indiferencia. Con un único objetivo: justicia para sus muertos, para nuestros muertos.
52 no es un número

Emocionada, María Luján Rey (foto) denunció, a dos años de perder a su hijo Lucas, que “la presidenta es responsable del abandono a las víctimas y familiares de la tragedia de Once”. Pocas veces habían sido tan contundentes al contar la deshumanización a la que ha llegado este gobierno. Días atrás, Florencio Randazzo acusó que detrás del dolor de los familiares “hay un trasfondo político”. Una estocada más, que Luján devuelve con inteligencia. “La verdad que hablar de familiares haciendo política nos hace acordar a las declaraciones de Videla cuando decía que las madres de plaza de Mayo hacían política”, reflexionó Luján para nuestro diario.
A pesar de su fuerza, para ella fue fundamental la contención de los grupos de familiares que se organizan para enfrentar la impunidad. “Cuando la vida te sorprende de una manera tan desagradable, con un hecho impensado, uno busca referentes de lucha, gente que haya pasado por situaciones similares. Eso nos pasó con la gente de Cromañon, Ecos, y de a poco conocimos otros familiares que por otras causas han tenido que levantarse y luchar, como pasa con Alberto Lebbos”, relata Rey. Con las demás organizaciones, “sabemos los puntos que tenemos en común, y es sentirnos solos en contra de una corrupción que nos va matando y en contra de la impunidad de los corruptos, que parece instalada y es muy difícil de quitar. Así, del mismo modo nos toca a nosotros acompañar a quienes sufren tragedias posteriores, como por ejemplo las inundaciones de La Plata”.

Los pibes de Cromañón
Silvia Bignami perdió a su hijo en el incendio de Cromañón, y recuerda que “cuando ocurrió la tragedia del tren, las imágenes remitían a las que habíamos vivido. Incluso hay una coincidencia con el lugar, Once. Entonces empezamos a acercarnos, y vimos todo lo que teníamos en común, con todas las víctimas de la impunidad, pero con Once es claro por: a) el rol del Estado, los funcionarios y la corrupción; b) el rol del empresariado; c) la culpabilización de las víctimas. Con nosotros dijeron que los pibes se metieron en una ratonera, y a ellos les dijeron que por qué viajaban así. En general, la tendencia del Estado es a la impunidad”, señaló Silvia a Hoy. A pesar de que hubo un fallo judicial en la causa, es necesario remarcar la falta de funcionarios sentados en el banquillo. Hasta el exjefe de la Ciudad, Aníbal Ibarra, volvió después de años de silencio para ocupar una banca K en la Legislatura porteña. Una banca, no un banquillo. No es lo mismo.
Por eso, Bignami cuenta que “armamos el observatorio contra la impunidad, que impulsa la campaña ´Funcionario hacete cargo´ y busca que sean imprescriptibles las acciones cometidas por funcionarios que, por corrupción, error u omisión, provocan la muerte”. En esa batalla están ahora Silvia, Luján y Alberto. Como tantos otros, que soportan el silencio oficial y las mentiras del “relato”. Se acompañan, cada uno luchando desde su lugar, desde su dolor. Enfrentando a los poderes de turno, todos frutos del sistema de impunidad perpetuado por el kirchnerismo. Allá van. La lucha sigue, por gente como ellos. Heridos, pero de pie.
Paulina Lebbos
La joven tucumana fue vista por última vez el 25 de febrero de 2006. Tenía sólo 23 años, y su cuerpo apareció días después en un descampado. Desde entonces, su padre, Alberto , ha peleado contra fiscales, policías y el poder político de los Alperovich en Tucumán, denunciando que “los hijos del poder” estaban detrás del crimen. “Enfrentamos a todo el aparato de impunidad que habían construido José Alberovich y la senadora Beatriz Rokjés. Denunciamos a altos funcionarios, al exministro de seguridad, al exjefe de la policía, y el encubrimiento ha sido infernal y diabólico, todo para que no se sepa la verdad”, contó a Hoy Alberto Lebbos, para quien “hay un pacto de silencio” del cual participan los gobernantes, tanto a nivel local como nacional. “Desde el gobierno provincial llegaron a decirnos que nuestra denuncia era exagerada, pero hoy logramos que al menos tres policías estén detenidos”, confesó.

El caso sigue impune, pero en su lucha es fundamental la comisión de familiares de víctimas de la impunidad. “Se formó espontáneamente, cuando buscábamos a Paulina, entonces desaparecida. Ahí conocimos a familiares de personas también desaparecidas, víctimas de la impunidad, cuyos casos no eran conocidos”, relata Alberto, acusando “al poder político” de Tucumán, y señalando también el silencio cómplice de Cristina durante todos estos años.
“Paulina era la menor de cinco hermanos. Una chica muy trabajadora y solidaria, que se levantaba temprano y ayudaba en la casa. Era estudiante de ciencias de la comunicación, amaba ser periodista, estaba llena de sueños y proyectos. Le gustaba escribir, el arte, su carrera. A esa chica asesinaron, pero con la impunidad, están asesinando a la república y a la democracia”.

Etiquetas: , ,


Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]