domingo, 16 de marzo de 2014

 

malvendio por presiones K

El titular de la UIA denunció públicamente los mecanismos extorsivos llevados a cabo por el oficialismo sobre el empresariado local
El kirchnerismo pareciera afrontar los últimos años de gobierno con el nivel de aislamiento político más grande desde su llegada a la Casa Rosada en 2003. A los alejamientos de los movimientos sociales y sindicatos que se dieron en los últimos años, se le sumó la ruptura definitiva con el sector empresarial.
Fue el mismo Presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, quien salió al cruce del oficialismo, denunciando públicamente las extorsiones políticas que viene llevando a cabo el Poder Ejecutivo sobre el empresariado local.
Al ser consultado por la prensa sobre las presiones ejercidas sobre los capitales asentados en tierras nacionales, el máximo exponente de la UIA indicó ayer que esas "prácticas hay quienes las creen y otros que nos las creen, yo vendí mis acciones para que no hayan dudas, y en realidad las mal vendí porque son circunstancias en las que uno no pone condiciones".
Ahora bien, los resultados de las amistades o negocios que el poder central, por la magnitud de su entramado, posee serían secundarios si el plan fundamental que mueve la matriz productiva de la Argentina estuviera marcado por una política de desarrollo, y no por favores o prebendas políticas.
Esta forma de proceder por parte del gobierno da cuenta y refuerza las denuncias contra Amado Boudou, que aducen el ejercicio de intensas presiones, en este caso llevadas a cabo por su socio José María Núñez Carmona, sobre la familia Ciccone para que se desprendan de las acciones correspondientes a la excalcográfica, capital que finalmente adquirió, a través de la compañía The Old Fund, el presunto testaferro del vicepresidente, Alejandro Vandenbroele.
Este tipo de mecanismo es lo que prima en las políticas de estado cuando no se tiene como norte trazar una perspectiva de desarrollo concreto de las fuerzas productivas. Así, el crecimiento exponencial de una nación, ya sea de sus componentes sociales e intelectuales, se vuelve incompatible con los negocios turbios.
"En la vida hay dos posibilidades: vivir de pie o morir de rodillas, y yo elegí. De ninguna forma le tengo miedo al ejecutivo nacional", sentenció Méndez en lo que parecieran ser las palabras que terminaron por sepultar una alianza, y en contraposición terminar por iniciar una guerra entre los sectores productivos nacionales y el poder político.
Junto a las críticas desandadas contra el gobierno por las presiones, el presidente de la UIA, Héctor Méndez, aseguró que habrá "complicaciones" en el desarrollo de las paritarias en el sector privado de la economía debido a la caída de la actividad de la industria.
Méndez afirmó que la actividad industrial caía "claramente" y advirtió que las discusiones paritarias "no van a ser sencillas" porque "a medida que baja la producción, las posibilidades de dar más aumentos son relativas".
"Las negociaciones no van a ser sencillas porque a medida que baja la producción, las posibilidades de dar más aumentos son relativas", indicó el empresario.
Incluso ni el diputado ultrakirchnerista, Héctor Recalde, puedo evitar señalar este tipo de “complicaciones” y señaló que el "aumento desmesurado" de precios "complica un poco más que en otros años la negociación colectiva" del salario.

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