lunes, 27 de octubre de 2014

 

FIFBA 2014: El Bosque fue una fiesta

Cerca de 90 mil vecinos disfrutaron este fin de semana del festival folklórico que ayer cerró con Los Carabajal, el Dúo Coplanacu y el Chaqueño Palavecino. La crónica de un espectáculo que unió vanguardia y tradición.
De festivales así, las zapatillas o las alpargatas vuelven llenas de polvo: eso significa que se ha bailado a gusto y, seguramente, que se ha bebido bastante. Porque ayer la sensación térmica había alcanzado los 30 grados.
El primer tema de Los Carabajal en el escenario panorámico fue “Las manos de mi madre”, pero los más aclamados fueron las chacareras dobles "Dejame que me vaya" y "Entra a mi pago sin golpear". El apellido Carabajal, más que una banda, es el signo viviente de una familia que ha dado por lo menos una docena de músicos a la cultura santiagueña y nacional.
Más temprano, ni bien apareció la luna, Los Chaque Ché habían precalentado al público con sus ritmos del Litoral y sus sapucais. Chamamé, palmas y "alegría, alegría, alegría", como decían desde el escenario alternativo.
El Festival del Bosque —que en sus cinco ediciones anteriores se llamó Festival Internacional de Folklore de la Provincia de Buenos Aires— estuvo organizado por el Instituto Cultural de la Provincia. Desde sus inicios ya convocó a más de 700 mil personas; sin ir más lejos, este sábado había 65 mil.
Mientras que el viernes y el sábado predominaron los jóvenes en el pulmón verde de La Plata, ayer se vieron más adultos con reposeras y familias con cochecitos. A pesar de esto, la presencia juvenil no dejó de ser mayoría: incluso tenía, a cien metros del escenario, un lugar especial donde bailaba y levantaba una polvareda de tierra que se veía de lejos.
Como siempre pasa, estaban los que sabían bailar, los que se mimetizaban con la situación o los que lo hacían por los efectos del alcohol. Durante estos días, con música en vivo, se combinó de todo: tatuajes, comida vegana, el humo de los choripanes y cervezas bien heladas.
Los 35 recitales que componían el programa del festival incluyeron a artistas internacionales de la talla de GEPE (Chile) o Martín Buscaglia (Uruguay) y nacionales como Onda Vaga o Raly Barrionuevo. Ayer, después de Los Carabajal, el Dúo Coplanacu agradeció la presencia de todas las regiones del país e hizo bailar al público, que esperaba con ansias la llegada del Chaqueño Palavecino.
El Chaqueño destacó que es necesario apoyar la música nacional y a los artistas jóvenes; de rescatar y mantener la cultura propia frente a las que vienen del exterior. “El pueblo que no tenga su identidad, pobre de él”, expresó, y arrojó el dato de que “Buenos Aires tiene 45 géneros musicales”. Tras hacer un homenaje musical a Horacio Guaraní, tocó un tributo a Atahualpa Yupanqui.
Ya cerca de la medianoche, hizo subir al escenario a cinco parejas de “changos y chinas”. Cantó algunas zambas, “Amor salvaje” y “Carnaval en La Rioja”, entre otros. Se despidió pasadas las 12.30.
El telón folklórico, que eran las hojas de los árboles, se ha vuelto a cerrar. Claro que la alegría de haber participado de este ritual que toca las raíces del ser nacional, pese al cansancio, purifica el cuerpo y da ganas de seguir andando por un año más.

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