domingo, 26 de octubre de 2014
solo promesas
Las campañas electorales son frenéticas. Casi en un estado febril provocado por la suma de la adrenalina, el cansancio y la ambición personal, los candidatos engalanan sus discursos con promesas que difícilmente puedan cumplir (algunas ni siquiera guardan relación con la realidad).
Mauricio Macri, que fue el primer presidenciable en lanzarse oficialmente (allá por 2013) es un claro ejemplo de ese síndrome: mientras plantea bajar los impuestos y eliminar las retenciones al campo si es elegido presidente, en la Ciudad de Buenos Aires la presión fiscal oprime a los contribuyentes.
Etiquetas: Argentinlandia
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