lunes, 22 de diciembre de 2014

 

Opinión: Dirigentes de nuestro fútbol

Si lo pensamos seguramente en otros tiempos nos resultaría absurdo, pero en los tiempos que corren la escuela de dirigentes deportivos es una carrera esencial para el desarrollo posterior de las instituciones. (Opinión, por Daniel Vega*)
Seguramente en otro tiempos sería risueño pensar a Antonio Liberti, Don José Amalfitani, Santiago Leyden o al mismísimo Julio Grondona concurriendo a clase. Pero las urgencias inmediatas, el triunfalismo y la absurda sentencia de sentirse ganador permanente desviaron el sentido común que debe ser innegociables en el dirigente deportivo. Cuánto mejor deporte (fútbol) podríamos apreciar con una mejor dirigencia.
Se va perdiendo el dirigente caudillo y asoman los nuevos líderes al mundo del fútbol como son los casos de Rodolfo Donofrio, Daniel Angelici, Matías Lammens, claras muestras que los gobiernos de imposición van mutando a liderazgos de intercambios y de necesarias transparencias.
A pesar de lógicos y aceptables errores vale y deseo aclarar que soy a fin a la idea de que los clubes pertenecen a su masa societaria, son asociaciones civiles sin fines de lucro, por más que la historia reciente nos marque otro destino.
Casos como el de Hugo Moyano y Noray Nakis dinosaurios si los hay en el mundo del futbol, reflejan que la imposición a caducado, que el camino es el conocimiento y la capacitación.
El poder político se sienta a la mesa del fútbol por intermedio de su capacidad económica y no por el conocimiento que tienen sobre el tema, saber de qué se trata es mucho más enriquecedor que el dinero, por más que en muchos casos se crea lo contrario.
Aquella sentencia que marca que a determinados clubes lo deben dirigir hombres de la casa debe ser aplicada a lo dirigencial, el fútbol argentino debe ser dirigido por gente de futbol que comprendan en su integridad la necesidad que requiere la organización seria de una institución.
Gabriel Milito en Independiente o Diego Osella en Colón son claros ejemplos de lo mal que esta la dirigencia deportiva, y desde la dirigencia cómo se desestima la consideración profesional.
En el rojo de Avellaneda se desautorizó a Milito como si se tratase de un improvisado, que vaya paradoja del destino recibió todos los honores de Pep Guardiola en su visita al país, desde ya que en un país serio deportivamente resultaría imposible sentar a la misma mesa a Moyano y a Guardiola, ¿De que hablarían? Me pregunto.
Por el lado de Santa Fe la cosa no fue muy diferente Diego Osella, DT de Colón decidió renunciar a su cargo faltando cuatro fechas para lograr el tan ansiado ascenso siendo puntero de su zona.
Cómo podemos ser cómplices y no marcar la gravedad del caso, cómo la histeria triunfalista se devora a quien se interponga en el camino y contando con la inacción de la dirigencia -como naturalmente ocurre en estos casos- ya sabemos que puede más un triunfo que la idea.
Los mencionados en los párrafos anteriores son solo ejemplos podríamos mencionar muchos más, aun con el sinsabor que provoca lo mencionado.
Vital será a futuro que a los clubes se acerquen jóvenes con ganas de capacitarse y toma de decisiones que permitan un mejor bienestar integral.
En lo que estrictamente al juego se refiere asoman una nueva camada de jóvenes entrenadores que necesitan para establecer pautas claras de trabajo a dirigentes que sepan de qué se trata.
De lo contrario, seguiremos improvisando y atando cabos según convenga, algo que nos marcó por algo más de 30 años y que tiene su correlato en el próximo torneo de treinta equipos.


* Daniel Vega, Director Técnico Nacional


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