domingo, 22 de marzo de 2015
Década ganada para ñoquis y militantes rentados
Hoy se conoció que desde 2003, el empleo público creció un 67%, equivalente a 1,5 millón de personas, triplicando los indicadores referidos al empleo privado que, cabe destacar, se viene derrumbando producto de la recesión económica que existe desde hace varios meses.
Los mayores incrementos en el sector público se dieron en 2011 y 2013, en coincidencia con años electorales.
Se calcula que, sobre 16 millones de ocupados (formales, informales, por cuenta propia y autónomos), casi una cuarta parte –3,7 millones de personas– se desempeña en el sector público nacional, provincial o municipal, cuando en 2003 se ubicaba en torno del 16%.
Es que hace tiempo que el empleo privado está frenado y en muchos sectores, como el industrial, en retroceso. Así, y en forma creciente, la creación de puestos de trabajo pasó a estar liderada por el sector público. En el último período, desde fines de 2013, con la caída en el nivel de actividad, y la disminución de la ocupación laboral en la industria y la construcción, el mayor empleo público y el abandono de mucha gente del mercado de trabajo ayudaron a amortiguar o a “maquillar” el desempleo.
Un estudio del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) dice que durante la recesión económica de 2008-2009, “ante la retracción del empleo privado, el sector público pasó de representar el 25% de la creación de empleo en 2008 a prácticamente la mitad en el primer semestre de 2009”. En tanto, durante la retracción de 2014, “el sector público fue el que aportó el 75% de la creación de empleo, evitando de esta manera un mayor deterioro en el mercado laboral”.
En base a datos de FIEL, un estudio privado señala “que 2014 fue el primer año desde 2003 que se verificó destrucción de empleo, a pesar de la creación de casi 90.000 puestos en el sector público”.
IARAF sostiene que el creciente déficit fiscal “ponen en jaque la sostenibilidad de esta estrategia del sector público de crear puestos de trabajo”. De todas maneras, los salarios del sector público crecieron en estos años menos que los del sector privado.
A esto se agrega que mucha gente –casi un millón de personas– se fue retirando del mercado laboral y pasó a la inactividad, según las cifras del INDEC. Así “el actual valor de la tasa de actividad (44,7%) es el menor de los últimos 10 años”, en “una trayectoria descendente que ya acumula 5 trimestres consecutivos”. Y que los que se están retirando son fundamentalmente jóvenes de hasta 29 años.
La proliferación del empleo público no se tradujo, en lo más mínimo, en más y mejores servicios para la ciudadanía a quien el gobierno le hace cargar una mochila fiscal cada vez más pesada para sostener este enorme aparato. Asimismo, la designación a mansalva de ñoquis y militantes rentados destruyó la carrera en la administración pública, llevando a que la gran mayoría de los docentes y estatales perciban haberes paupérrimos.
Perón solía decir que la única verdad es la realidad. Y esta muestra que el kirchnerismo está dejando una pesada herencia que será muy difícil de sobrellevar para quien asuma el pasado 10 diciembre.
Los mayores incrementos en el sector público se dieron en 2011 y 2013, en coincidencia con años electorales.
Se calcula que, sobre 16 millones de ocupados (formales, informales, por cuenta propia y autónomos), casi una cuarta parte –3,7 millones de personas– se desempeña en el sector público nacional, provincial o municipal, cuando en 2003 se ubicaba en torno del 16%.
Es que hace tiempo que el empleo privado está frenado y en muchos sectores, como el industrial, en retroceso. Así, y en forma creciente, la creación de puestos de trabajo pasó a estar liderada por el sector público. En el último período, desde fines de 2013, con la caída en el nivel de actividad, y la disminución de la ocupación laboral en la industria y la construcción, el mayor empleo público y el abandono de mucha gente del mercado de trabajo ayudaron a amortiguar o a “maquillar” el desempleo.
Un estudio del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) dice que durante la recesión económica de 2008-2009, “ante la retracción del empleo privado, el sector público pasó de representar el 25% de la creación de empleo en 2008 a prácticamente la mitad en el primer semestre de 2009”. En tanto, durante la retracción de 2014, “el sector público fue el que aportó el 75% de la creación de empleo, evitando de esta manera un mayor deterioro en el mercado laboral”.
En base a datos de FIEL, un estudio privado señala “que 2014 fue el primer año desde 2003 que se verificó destrucción de empleo, a pesar de la creación de casi 90.000 puestos en el sector público”.
IARAF sostiene que el creciente déficit fiscal “ponen en jaque la sostenibilidad de esta estrategia del sector público de crear puestos de trabajo”. De todas maneras, los salarios del sector público crecieron en estos años menos que los del sector privado.
A esto se agrega que mucha gente –casi un millón de personas– se fue retirando del mercado laboral y pasó a la inactividad, según las cifras del INDEC. Así “el actual valor de la tasa de actividad (44,7%) es el menor de los últimos 10 años”, en “una trayectoria descendente que ya acumula 5 trimestres consecutivos”. Y que los que se están retirando son fundamentalmente jóvenes de hasta 29 años.
La proliferación del empleo público no se tradujo, en lo más mínimo, en más y mejores servicios para la ciudadanía a quien el gobierno le hace cargar una mochila fiscal cada vez más pesada para sostener este enorme aparato. Asimismo, la designación a mansalva de ñoquis y militantes rentados destruyó la carrera en la administración pública, llevando a que la gran mayoría de los docentes y estatales perciban haberes paupérrimos.
Perón solía decir que la única verdad es la realidad. Y esta muestra que el kirchnerismo está dejando una pesada herencia que será muy difícil de sobrellevar para quien asuma el pasado 10 diciembre.
Etiquetas: Argentinlandia
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