sábado, 23 de mayo de 2015

 

uso politico del sable

Mañana se vivirá un hecho emocionante para todos los amantes de la historia nacional, como es la devolución del sable corvo del General Don José de San Martín al Museo Histórico Nacional. Pero lo que debería ser un hecho convocante de la unidad nacional, intentará ser apropiado por un gobierno nacional que se encuentra en las antípodas de la figura del Padre de la Patria.
Acaparándose de un festejo que concierne a todos los argentinos y no a un sector político en particular, el kirchnerismo buscará volver a reflejar grandes eventos populares al etilo de los del Bicentenario en el 2010, dejando de lado las formas y tratando de que el mismo le rinda grandes beneficios de cara a las PASO del mes de agosto.
Pretender comprender la historia, más que reciente, inmediata, obliga a buscar en el pasado explicaciones posibles, pero al revés de lo que se piensa desde lo académico, el oficialismo busca manipular hechos y personajes ilustres de nuestra historia para adaptarlos a sus necesidades políticas y electorales. La actitud mezquina y egoísta del gobierno nacional lleva a que se hable más de las acciones del Ejecutivo que rememorar el ejemplo de vida y el legado de San Martín, un prócer que está muy lejos de los ideales que reinan actualmente en lo más alto del poder.
En diálogo con Hoy, el profesor titular de la Cátedra
de Historia Argentina I de la Facultad de Humanidades de la UNLP, Fernando Barba, aseveró que “San Martín es una figura que dio todo por la Patria, que dejó todo en función de la independencia nacional y latinoamericana. Es un ejemplo a imitar porque lo que decía lo hizo y cumplió a rajatabla con una rigidez moral muy grande imposible de encontrar hoy día”.
Para el miembro de la Academia Nacional de la Historia, “San Martín fue un hombre que dio todo por la Patria y de cuyo legado, muchas veces, jamás se dice nada. Fue un ejemplo digno de ser seguido ahora y todos los días. Además de todo lo que hizo, lo más importante de la figura de San Martín es su conducta”.
A lo largo de la mal llamada década ganada, el kirchnerismo tuvo la manía de tratar de dividir al país entre buenos y malos, y la historia no quedó al margen de esta disputa. De ahí que se hayan inventado “nuevos héroes” queriendo imponer la idea de que en caso de estar vivos supuestamente hubiesen llevado adelante el relato K, enfrentándolos con muchos de los forjadores de la Argentina como República. Un ejemplo emblemático está dado por la figura de Domingo Faustino Sarmiento, que fue vapuleada por el gobierno nacional.
“Los últimos años han sido muy dañinos en cuanto a la visión del pasado argentino. Se ha querido destruir todo y modelar una historia creando personajes e historias que nunca existieron. Todos los países hispanoamericanos reivindican su pasado, su música, sus prócere. Pero acá intentaron destrozar todo y eso termina siendo perjudicial para nuestros propios intereses”, destacó Barba.
La burda manipulación que hace el kirchnerismo de la historia nacional, lo lleva a cometer un papelón tras otro, buscando difundir un relato artificial que se encuentra muy lejos de la realidad, dejando en evidencia la escasa visión estratégica que poseen las principales mentes del gobierno. El torpe y grotesco intento del oficialismo de apropiarse de la figura del Libertador de América para sacar un miserable rédito electoral, es una muestra más del desconcierto reinante en la administración nacional ante el inminente fin de ciclo y su partida del poder en diciembre próximo.


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