La Plata, Ciudad Generosa

¿Cuánto habrá de cierto que la senadora con mandato en suspenso en la cámara baja bonaerense –su lugar está ocupado por el alakista Luciano Martini-
y titular de la cartera de Educación de la administración de Daniel Scioli, Nora de Lucía, está tan “harta y desgastada” por la tarea que le toca cumplir al frente de la cartera educativa que asume ya sin rodeos ante propios y extraños que preferiría tomarse unas vacaciones? ¿Será verdad que “Norita”, como le dicen sus íntimos y algunos detractores –quien gusta hacerse retoques estéticos por doquier- y pariente de la “familia gremial sanitaria” – su padre Rubén de Lucía está atornillado al directorio del SOSBA- está pidiendo a gritos un “pase a retiro” pero no puede pegar el portazo porque la administración del ex motonauta está en etapa de finalización de mandato y una baja en el gabinete significaría un síntoma de debilidad política en función de las aspiraciones presidenciales del primer mandatario de Provincia?
Los que la conocen dice que de cara a futuro preferiría desencallar en un “carguito tranquilo” o legislativo que no implique el constante desgaste de estar luchando cotidianamente con los conflictos docentes o cuestiones por el estilo.

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