lunes, 5 de octubre de 2015

 

debate presidencial

A 20 días de las elecciones, cinco de los seis candidatos por el sillón de Rivadavia participaron anoche del primer debate presidencial de la historia argentina. En un evento sin precedentes desde el retorno de la democracia, las ansiosas expectativas de la víspera comenzaron a disiparse cuando ingresaron al escenario montado en el salón de actos de la Facultad de Derecho de la UBA Margarita Stolibizer (Progresistas), Nicolás del Caño (FIT), Mauricio Macri (Cambiemos),
Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) y Sergio Massa (UNA).
Allí, antes de cualquier cruce discursivo, el primer gran protagonista fue el atril vacío, entre Rodríguez Sáa y Massa, para destacar la ausencia del postulante del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que ya había anticipado que no asistiría, temeroso, quizá, del costo político que hubiese significado enfrentarse a las críticas de sus contrincantes hacia la indefendible situación del gobierno kirchnerista, especialmente en materia de corrupción.
Moderado por Marcelo Bonelli, el primer tema del debate fue desarrollo económico y humano. A Macri -tal como lo determinó el sorteo previo- le tocó abrir el bloque, seguido de Stolbizer, Del Caño, R. Saá y Massa. En este punto, los candidatos usaron individualmente sus dos minutos para coincidir en propuestas como la lucha contra la inflación, la pobreza; la generación de empleo y vivienda digna; Stolbizer aportó la defensa del medio ambiente; Del Caño, la eliminación del impuesto a las Ganancias y la instauración del 82% móvil para los jubilados, que también prometió Massa.
En esta sección, el primer punto fuerte de la noche llegó cuando Stolbizer, según lo dispuesto, debió interrogar a Macri y lo hizo igualando al gobierno porteño con el nacional en sus políticas de contratación directa, con hincapié en el caso Niembro. Entre titubeos, Macri respondió que no le parecía “justa” la comparación.
También mediado por Bonelli, el tema Educación e infancia giró en torno el alcance de una educación de calidad e igualdad de oportunidades que el kirchnerismo no logró zanjar.
Ya en el segundo bloque, Luis Novaresio abrió la sección Seguridad y derechos humanos. En este punto, la discusión sobre el narcotráfico guió el segmento: Stolbizer denunció que “ningún gobierno tuvo tantos funcionarios involucrados con la droga como este”.
La recuperación del respeto a la Constitución Nacional, de una justicia independiente, de la lucha contra la corrupción -“Soy la denunciante de Hotesur, la causa que más incomoda al poder”, recordó Margarita, y afirmó que “no vamos a tener seguridad sino erradicamos la corrupción”-, el diálogo y la cooperación de todas las fuerzas políticas, guiaron el último eje, centrado en el Fortalecimiento democrático y la calidad institucional. Ya en el final, Rodolfo Barilli, invitó a los cinco presentes a persuadir a la audiencia de cara al 25 de octubre.
Pero, tras 120 minutos, ya estaba todo dicho. Pese a alguna que otra chicana (Massa aludiendo a la negativa de Horacio Rodríguez Larreta a debatir con Martín Lousteau; Macri recordando los 10 años de kirchnerismo del tigrense); alguna que otra pregunta incómoda de Stolbizer o Del Caño, el primer debate presidencial se desenvolvió más bien condescendiente entre cada uno de los postulantes. En ese sentido, el evento fue más expositivo, de las propuestas de cada presidenciable, que confrontativo.
El blanco, para todos, fue el kirchnerismo, con foco en la ausencia de Scioli. Para ello, cada candidato tuvo a su disposición, tras cada exposición, los segundos que le hubiesen correspondido a su adversario oficialista. Cuando le tocó su turno, Massa propuso hacer silencio y así dramatizó durante 17 segundos. Estas imágenes, palabras y silencios no fueron transmitidas por la Televisión Pública, que priorizó la programación del Fútbol para Todos. ¿Llegará, algún día, el tiempo del debate para todos?
Perlitas
Si bien los tiempos y temas estaban previamente reglamentados, el debate presidencial tuvo algunas espontaneidades y furcios. No fue necesario esperar mucho, ya que en el inicio del encuentro el candidato de Cambiemos, Mauricio Macri , se confundió de atril. En otro fragmento, se hizo mención a que el debate estaba liderando el rating de la televisión argentina . El moderador afirmó: "Le está ganando hasta al fútbol" e inmediatamente Macri interrumpió: " ¿O será que River anda mal?".
Scioli justificó su ausencia
En la víspera del debate presi
dencial, el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, aseguró que optó por no concurrir porque estos encuentros “muchas veces, toman un tono de agresión y de ataque, que no condice con el espíritu que yo siento que quiere la gente”, e insistió con la aprobación de una ley que fije las pautas para los debates.
Además, el gobernador bonaerense afirmó que “la gente ya sabe” lo que él piensa.
En el día del debate, la agenda del mandatario provincial fue intensa: por la mañana, recorrió Villa María; después fue a Quilmes, donde inauguró un Hospital Intermedio; de ahí a Lomas de Zamora, donde realizó una caminata junto a Martín Insaurralde. A la tarde, visitó Merlo, y por la noche cerró el festival de bandas Rockea BA, en el Luna Park. Allí, junto a Martín Insaurralde y Jessica Cirio, se mostró distendido y no hizo referencias a su ausencia en el debate presidencial.


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