domingo, 22 de noviembre de 2015
Historias del voto: gano "el mesmo"
Toda vida llega a su epílogo y hoy, probablemente –tal como lo pronostican muchos conocedores- podría escribirse el final del cuarto oscuro en la Argentina, ya que hay muchos proyectos que propician su cambio por el sistema del voto electrónico. Y la literatura se quedará sin ese tema o, acaso, mañana se dedicará a rescatarlo del pasado, tal como tantos escritores lo hicieron con el “voto cantado”,
que es el antecesor del cuarto oscuro.
Se sabe que a lo largo del siglo XIX y hasta la segunda década del XX votaba poca gente, ante un sistema electoral precario. “Recién en 1853, cuando Urquiza era presidente de la Confederación, se aprueba la Constitución y se instaura un proceso electoral apenas más organizado, pero el voto cantado sigue hasta 1912 ( ley Saez Peña-voto secreto obligatorio y universal-, pero lss picardias no terminaron con esta ley). Incluso, cada gobernador ya sabía quién lo iba a suceder; los estancieros traían a sus peones para que votaran y los comicios siempre eran en los atrios de las iglesias principales”, decía el titular del Archivo General de Entre Ríos, Damián Capdevila.
De allí también, el escritor entrerriano Juan Bautista Ghiano, abuelo del archivista, escribió una crónica sobre la elección registrada el 10 de enero de 1875 en el atrio de la iglesia principal de Nogoyá, para renovar el Concejo Deliberante de esa ciudad. Se votaba frente a la mesa, a voz alzada. El que vendría a ser el presidente de mesa escribiría en el acta electoral:
“A las 12 del día los componentes de la mesa llamaron a votar de la siguiente forma: preguntado el vecino Santiago Aquino, manifestó votar para municipales por Mateo Carboni, Darío Graz, Avelino Mantero, Teodoro Menoyo, José Salas, Evaristo Martínez, Padre Hipólito Lesca, Francisco Bolívar, Crispin Gallo, Tristán Frutos, Juan Iturburo, Fco. Pruso y Juan Bonetti”.
Puntilloso, la autoridad electoral de Nogoyá prosigue: “Luego, se siguió llamando y se fue anotando en el acta: “Vota por el mesmo”, “vota por el mesmo”. A las cuatro de la tarde, se labró el acta firmada por algunos de los presentes, donde quedó asentado que “el mesmo” resultó ser el imbatible vencedor”.
Se sabe que a lo largo del siglo XIX y hasta la segunda década del XX votaba poca gente, ante un sistema electoral precario. “Recién en 1853, cuando Urquiza era presidente de la Confederación, se aprueba la Constitución y se instaura un proceso electoral apenas más organizado, pero el voto cantado sigue hasta 1912 ( ley Saez Peña-voto secreto obligatorio y universal-, pero lss picardias no terminaron con esta ley). Incluso, cada gobernador ya sabía quién lo iba a suceder; los estancieros traían a sus peones para que votaran y los comicios siempre eran en los atrios de las iglesias principales”, decía el titular del Archivo General de Entre Ríos, Damián Capdevila.
De allí también, el escritor entrerriano Juan Bautista Ghiano, abuelo del archivista, escribió una crónica sobre la elección registrada el 10 de enero de 1875 en el atrio de la iglesia principal de Nogoyá, para renovar el Concejo Deliberante de esa ciudad. Se votaba frente a la mesa, a voz alzada. El que vendría a ser el presidente de mesa escribiría en el acta electoral:
“A las 12 del día los componentes de la mesa llamaron a votar de la siguiente forma: preguntado el vecino Santiago Aquino, manifestó votar para municipales por Mateo Carboni, Darío Graz, Avelino Mantero, Teodoro Menoyo, José Salas, Evaristo Martínez, Padre Hipólito Lesca, Francisco Bolívar, Crispin Gallo, Tristán Frutos, Juan Iturburo, Fco. Pruso y Juan Bonetti”.
Puntilloso, la autoridad electoral de Nogoyá prosigue: “Luego, se siguió llamando y se fue anotando en el acta: “Vota por el mesmo”, “vota por el mesmo”. A las cuatro de la tarde, se labró el acta firmada por algunos de los presentes, donde quedó asentado que “el mesmo” resultó ser el imbatible vencedor”.
Etiquetas: Argentinlandia
# entrada de Adryán @ domingo, noviembre 22, 2015 
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