martes, 15 de julio de 2008

 

calles de la ciudad

Las calles del Barrio Campamento
Ubiquémonos. El llamado "Barrio Campamento" podríamos considerarlo como el limitado por el Gran Dock Central, la corta vía fluvial que une el Río Santiago con ese Dock, el Canal Oeste y la calle Ortiz de Rosas. Algo así como una mesopotamia ensenadense. Las calles ensenadenses impares comienzan a numerarse desde allí, aunque, curiosamente, nunca pudimos encontrar la calle 1. Existen la calle 3 (Corrientes) (donde se encuentra la cabecera de la línea 307), la 5 (San Luis), la 7 (San Juan), la 9 (San Nicolás), la 11 (Córdoba), la 13 (Santa Fe) (a la altura de la Escuela 16), la 13 bis (antes Lavalle y actualmente Pasaje A. Demilli), la 15 (Mendoza), la 17 (Ing. Médici), la 19 (Ing. Lavalle y antes 2da Francia), la 21 (Francia) y la 23 (antes Gran Bretaña y ahora 2 de Abril).

52 - 54 - 56 - 58
La calle 52 de Ensenada honra a Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), militar y político paraguayo nacido en Asunción en 1564 y fallecido en Santa Fe en 1634, gobernador de "Tucumán y Río de la Plata" que fue el primer criollo que desempeñó un cargo público en América.
La calle 54 recuerda a Santiago de Liniers, marino francés al servicio de España, nacido en Niort en 1753 y fusilado en Cabeza de Tigre en 1810. Defendió dos veces con éxito la ciudad de Buenos Aires de la invasión inglesa, por lo que fue nombrado Virrey del Río de la Plata en 1807. Era Comandante Marítimo del Fuerte de Barragán durante la primera de las invasiones.
La calle 56 lleva el nombre de Antonio Gutiérrez Barragán, quien el 3 de noviembre de 1629 adquirió las tierras desde el puerto de la Ballena hasta las islas de Santiago. Como curiosidad podemos indicar que "Barragán" era el apellido paterno y "Gutiérrez" el materno, y que en esa época se escribían de esa forma. Barragán y sus descendientes tuvieron haciendas de hasta 14.000 vacunos con sus corrales y un viñedo con 5.000 plantas. Don Antonio murió en 1653.
Finalmente, la calle 58 se llama Francisco Cestino, quien fuera un jovencito que huyó de su hogar en Vigevano, Italia, para trasladarse a América procurando ser médico. Llegó a estudiar un par de años en la Universidad, pero luego debió abandonar. Sin embargo fue convocado para realizar labores durante la epidemia de peste, y terminó quedándose en Ensenada para ser el primer farmacéutico del pueblo. Su hijo Horacio siguió sus pasos en la profesión y en su espíritu benefactor.


original de olydan.iespana.es

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