martes, 26 de agosto de 2008

 

Observatorio



La Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas

Antes de fundar la ciudad de La Plata el Dr. Dardo Rocha, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, había considerado necesario que la provincia contara con un adecuado relevamiento cartográfico, cuya realización se vería favorecida por la instalación de un Observatorio Astronómico. En diciembre de 1882, el pasaje del planeta Venus delante del Sol -hecho astronómico de atracción mundial- generó verdadero interés entre los especialistas de la astronomía, quienes colaboraron con sus pares franceses para determinar el mejor lugar de observación en estas tierras. A pesar de que la observación no pudo realizarse por malas condiciones climáticas, los instrumentos que la Provincia había encargado a tal efecto, sirvieron de soporte inicial al Observatorio de La Plata.

Cuando en 1905 el doctor Joaquín V. González promueve la nacionalización de la Universidad de La Plata, lo hace pensando en otorgarle, sobre todo, un carácter científico y experimental, como correspondía al pensamiento positivista de la época y para ello fue pilar fundamental el Observatorio Astronómico, orgullo de la joven ciudad.

La necesidad de formar astrónomos obligó en 1935 a la creación de la primera Escuela de Ciencias Astronómicas y Conexas, primera de Latinoamérica, que abarcaba entonces la Meteorología, la Sísmica y el Geomagnetismo. En 1948 la Geofísica cobra entidad propia y se crea dicha carrera en el ámbito del Observatorio. En 1982 el Observatorio y la Escuela Superior de Astronomía y Geofísica se funden en la unidad académica designada con el nombre que hoy tiene esta Facultad.

Su código IAU: 839.

El primer director fue Francisco Beuf (teniente de la Armada de Francia y director del Observatorio Naval de Toulon).

La mayoría de los instrumentos obtenidos en la época de la fundación del Observatorio eran de pequeño tamaño, designados principalmente para operaciones geodésicas. Una vez hecho el pedido requerido para las necesidades que pudiesen ocurrir en esta clase de trabajos, el entonces primer Director del Observatorio de La Plata, Francisco Beuf, dirigió su atención en otras direcciones y buscó la dotación adicional necesaria, que permitiría al Observatorio tomar su lugar entre los de primera fila colocándolo en condiciones de emprender investigaciones astronómicas y astrofísicas. En Abril de 1886 obtuvo la autorización para pedir a París varios instrumentos, incluyendo un telescopio reflector de 80 cm de abertura. Las especificaciones para la construcción de este instrumento fueron preparadas por el Almirante Mouchez, entonces Director del Observatorio de París. Por iniciativa suya el montaje para este instrumento y casi todos los otros que fueron obtenidos en París fueron construidos por P. Gautier, siendo las partes ópticas suministradas por los hermanos Paul y Prosper Henry, afamados ópticos y astrónomos del Observatorio de París. El espejo grande original se concluyó en 1887 y el Director Beuf lo trajo de París cuando regresó del primer Congreso Astrográfico. La construcción de la montura fue terminada a principios de 1889. La cúpula, que había sido pedida a Cail de París, no estaba lista todavía y a causa de esto el envío del instrumento se postergó hasta fines de 1890.
En 1921 se hace cargo de la dirección del Observatorio de La Plata el Dr. Johannes Hartmann, quien trató de impulsar investigaciones astrofísicas y astrográficas. Sin embargo, no pudo satisfacer su propósito de inmediato, debido a deficiencias del instrumental disponible para tal objeto. Para superarlas, decidió proveer al telescopio reflector de 80 cm de un apropiado espectrógrafo, y cambiar el sistema Newtoniano de que venía provisto por uno Cassegrain. Para realizar este cambio diseñó las modificaciones necesarias en la montura, las que fueron realizadas por el Jefe del Taller, Sr. Plotnikoff. Luego, en 1928, Hartmann envió a la casa Zeiss de Jena, Alemania, el espejo de 80 cm para ser perforado en el centro, como lo impone el sistema Cassegrain. Como se trataba de un espejo cuyo vidrio tenía más de cuarenta años, es decir que era bastante viejo, resultaba muy probable que no soportara la perforación, pero Hartmann estimó que no existía otra alternativa que correr el riesgo.

La operación se pudo llevar a cabo pero, como era factible esperar, al ser terminada se produjo el estallido del vidrio. En vista de ello la casa Zeiss proveyó otro espejo, apropiadamente perforado, de excelente calidad y un espejo hiperbólico, que a juicio de Hartmann era también excelente. Ambas piezas llegaron al Observatorio en agosto de 1930 y enseguida se procedió a su montaje. El instrumento tuvo, sin embargo, durante el período de Hartmann, escaso empleo.

Durante la segunda dirección del Observatorio de La Plata del Ing. Félix Aguilar, a partir de 1934, con la intención de impulsar las investigaciones astrofísicas, se le encargó al Dr. Enrique Gaviola el estudio de la posibilidad de sacar provecho del telescopio reflector de 80 cm, que hasta entonces no había prestado servicios tangibles. Gaviola estudió los espejos del reflector y comprobó que el espejo grande daba imágenes excelentes, no así el espejo pequeño, cuya zona periférica acusaba una distancia focal entre 10 y 15 mm mayor que la central. Ante este resultado procedió a pulir de nuevo el espejo defectuoso logrando reducir la falla a 2 mm, lo cual, en su opinión, para los trabajos espectrográficos que se pensaban encarar, no suponían mayor inconveniente. Tras ello, ayudado por Ricardo Platzeck, procedió a replatear los dos espejos. Salvo defectos mecánicos, que pudieron ser eliminados mucho tiempo después, merced al mecánico de precisión Sr. Herbert Glinschert, el telescopio quedó así en aceptables condiciones de uso. Con la incorporación al Observatorio del Dr. Alexander Wilkens, el instrumento fue puesto a su disposición. Wilkens decidió usarlo con el espectrógrafo de Hartmann y, estimando que debido a su baja resolución sólo podría resultar eficiente en fotometría estelar, fijó su plan de trabajo en la determinación de temperaturas espectroscópicas de estrellas dobles del Hemisferio Sur, plan que llevó a cabo entre los años 1938 y 1949.

Desde 1947 hasta 1955 el Observatorio estuvo bajo la dirección del Capitán de Fragata (R) Guillermo O. Wallbrecher. En esta época, el Dr. Livio Gratton, a cargo del Departamento de Astrofísica, procuró perfeccionar el telescopio reflector de 80 cm, que por entonces aún presentaba muchas deficiencias mecánicas. Las mismas pudieron ser subsanadas gracias a la eficiente labor del mecánico de precisión Sr. Herbert Glinschert. Tras muchos esfuerzos, hacia 1954 el telescopio quedó en buenas condiciones de funcionamiento, lo cual significó introducir las siguientes mejoras:

a) Torneado de los muñones del eje polar y sustitución del primitivo sistema de apoyo sobre cilindros por rodamiento de rodillos cónicos en la parte inferior, y por rodamientos a bolas en la parte superior. El gran tamaño de las piezas que forman el eje polar requirió acudir a los tornos especiales de los talleres del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires. Para que el peso sumamente grande de las piezas a trabajar no afectara la exactitud del torneado, hubo que construir piezas auxiliares especiales de sujeción, que aseguraran el centrado y un calibre para el control.

b) Modificación del apoyo del eje de declinación, incorporándole un sistema apropiado de rodamientos.

c) Introducción de la posibilidad de acoplarle el espectrógrafo Curtiss Hussey y, para atenuar el efecto del peso de éste y evitar que rozara el piso en observaciones cenitales, se efectuó un acortamiento del tubo, cambiando consiguientemente la posición del espejo Cassegrain.

d) Construcción de una cámara para el aluminizado periódico del espejo Cassegrain, lo cual se efectuó según diseños del Dr. Gratton y del Ing. José A. Rodríguez. Elaboración del sistema para el desmontado y traslado del espejo primario hacia la cámara de aluminizado.

Durante la primera dirección del Dr. Reynaldo Cesco (1957-1958), se proveyó al Telescopio Reflector de un fotómetro fotoeléctrico, con el cual se pudieron organizar investigaciones fotométricas sobre bases firmes. Su desarrollo fue efectuado principalmente por el Dr. Alejandro Feinstein, quien tuvo al comienzo el asesoramiento del Dr. Gerald Kron, del Observatorio de Lick. Con el curso del tiempo los trabajos en esa especialidad adquirieron gran relevancia. En esta época se adquirió además un equipo para aluminizar los espejos del telescopio.

El sistema de relojería original consistía de un reloj motriz a cuerda montado en el pilar norte, a la misma altura que el tornillo sin fin al cual estaba conectado por un brazo horizontal. Contaba con un regulador de Foucault que giraba alrededor de un eje horizontal. El reloj disponía de más de dos horas de cuerda por medio de un sistema de pesas que pendían por debajo del recinto del reloj hasta el nivel inferior del edificio a través de una abertura practicada en el piso. Estas pesas se remontaban con una manivela ubicada en la ventana este de la caja del reloj. Entre 1970 y 1977 se modificó todo este sistema por un mecanismo movido por un motor eléctrico. En la transmisión de este movimiento hacia el tornillo sin fin, se diseñó un sistema denominado «planetario», que permitía acoplar el movimiento de un segundo motor para desplazamientos lentos. De esta manera, el sistema planetario simplemente aceleraba o retrasaba el movimiento medio sin interrumpirlo, lo cual era de utilidad en observaciones con el espectrógrafo, ya que permitía «pasear» a la estrella por la ranura del mismo, obteniéndose espectros más anchos. Esta modificación también fue realizada por el Sr. Herbert Glinschert.

En 1993, durante el decanato del Dr. Juan Carlos Forte, investigadores de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (antes Observatorio Astronómico de La Plata), adquirieron una cámara CCD, junto con todo su equipo de funcionamiento. Ésta fue instalada en el Telescopio Reflector en junio de 1994 y se utiliza actualmente para observaciones fotométricas relativas de objetos más brillantes que magnitud visual 10.

El edificio

El edificio que alberga al Telescopio Reflector de 80 cm consiste en un cuarto circular de 9.5 metros de diámetro con paredes que se alzan 2.5 metros sobre el piso para soportar la cúpula. Contiene puertas a los lados norte, sur y oeste, provistas exteriormente con persianas. Las puertas, se abren a un balcón que rodea todo el edificio, a una altura de 2.6 metros del terreno. La entrada principal es por el lado norte. Existe una escalera de mármol que conduce desde el balcón al terreno. En el lado este se ha construido un pequeño cuarto, que en su momento se utilizaba como laboratorio fotográfico y actualmente como recinto para guardar instrumental.

La cúpula

Un anillo pesado de hierro de 6 cm de espesor por 23 cm de ancho, construido en secciones, corona la pared, estando permanentemente unido a ella y teniendo su superficie superior cepillada para formar el carril inferior de las ruedas sobre las que gira la cúpula. La base de la cúpula es una viga circular de 40 cm de profundidad, formada de planchas y ángulos de hierro ribeteados. La superficie inferior está cepillada para que sirva de carril superior a las ruedas de la cúpula. Más arriba de la base, la armazón de la cúpula está construida de un enrejado de ángulos curvos conectados con varillas horizontales. La cúpula está cubierta por afuera con planchas de acero remachadas al marco y pintadas de color plateado, y por adentro de enchapado de madera pintado de color celeste. Estas cubiertas circundan un espacio de aire de 30 cm de ancho.

La ventana de la cúpula tiene 1.80 metros de ancho, extendiéndose desde el horizonte hasta un poco más allá del zenit del instrumento. Está cubierto con dos postigos los cuales se mueven horizontalmente sobre vías, por la parte superior e inferior.

La cúpula está montada sobre un anillo movible cuya armazón es una viga enrejada, construido de planchas y ángulos de hierro. En los puntos donde están montadas las ruedas principales de la cúpula, la viga ha sido reforzada con planchas de acero para soportar los cojinetes. Hay seis ruedas grandes de apoyo, seis chicas y seis rodillos guiadores compuestos de tres ruedas cada uno. Las ruedas grandes son de 54 cm de diámetro teniendo superficies de apoyo de 20 cm de largo. Estos solos soportan la cúpula. Las ruedas pequeñas intermedias soportan la viga. Todas las ruedas son de forma cónica para que correspondan al diámetro de la cúpula, estando inclinada la vía ancha inferior. Las ruedas de los rodillos guiadores son de 36 cm de diámetro, están arregladas en grupos de tres, montadas sobre un eje vertical común pero moviéndose independientemente. La rueda intermedia de cada grupo se sostiene contra la superficie de un ángulo de hierro montado arriba de la esquina interior de la pared, ajustado a ella con doce garfios. Por medio de estos, el anillo móvil se conserva en posición sobre la vía riel. Las ruedas más altas de los rolletes y las más bajas se sostienen contra las planchas cilíndricas inferiores de la base de la cúpula. Por este sistema la cúpula permanece en posición con respecto al anillo móvil.

La cúpula gira por medio de un motor eléctrico monofásico. El movimiento de la cúpula se comanda desde la consola ubicada en el soporte sur del eje polar o desde los pulsadores de la manopla de control remoto, de modo que siempre permanece al alcance del observador.



Etiquetas:


Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]