jueves, 11 de septiembre de 2008

 

Día del troesma


El 11 de septiembre en el territorio de la Republica Argentina se celebra el día del Maestro en recuerdo a SARMIENTO, pero como siempre en nuestra Bendita ARGENTONIA se celebra el dia de su muerte no el de su nacimiento.

Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en El Carrascal, uno de los barrios más humildes de la ciudad de San Juan.

Gran parte de su formación fue autodidacta, gracias a un fuerte apego a la lectura, y a los 16 años se incorporó al Ejército unitario del general José María Paz para enfrentar a tropas montoneras de Juan Facundo Quiroga. Pero cuatro años más tarde Quiroga derrotó a Paz, logró tomar la capital de San Juan y Sarmiento decidió exiliarse en Chile, donde tuvo su primera hija, Ana Faustina, fruto de un amor con una alumna.

Regresó a San Juan a los 25 años y fundó el periódico El Zonda, pero luego de cuatro años volvió a Chile y se dedicó a dos de sus profesiones: el periodismo y a trabajar como consejero escolar. Mientras tanto, se casó y adoptó a su hijo Dominguito.

La importancia que le asignaba a la creación de un diario dejó en claro sus posiciones ideológicas y políticas, al asegurar que un periódico contiene la medida de la civilización de un pueblo.

La dicotomía civilización y barbarie va a cruzar toda su vida: Rosas, Quiroga, Peñaloza, Solano López, los gauchos y pueblos indígenas serán la barbarie; y la ciudad, el progreso y la cultura europea responderán al concepto de civilización.

En Sarmiento se hace casi imposible diferenciar entre su obra literaria y su obra política: su obra más importante, Facundo, fue publicada en Chile y se constituyó como la piedra fundacional de su posición ideológica.

Por encargo del Gobierno chileno, a los 34 años realizó un viaje por Europa y Norteamérica y a su vuelta comenzó a relacionarse en forma más cercana con los opositores del Gobierno de Rosas, entre ellos, Esteban Echeverría, Alberdi y Urquiza.

En 1851, Urquiza -por entonces gobernador de Entre Ríos- conformó el Ejército Grande para enfrentar a Rosas. Sarmiento se unió a la partida como teniente coronel y cronista militar y, a los 41 años, participó de la batalla de Caseros en la que triunfaron las tropas de Urquiza. Pero sólo algunos meses después ya estaba distanciado del líder entrerriano y pasó a las filas del gobierno de Mitre, quien había efectuado un golpe para sacar a Urquiza del poder.

Durante 10 años, el país quedó dividido entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación, que agrupaba al resto de las provincias y tenía sede en Paraná.

En 1861 las tropas porteñas derrotaron en la batalla de Pavón a las de la Confederación. Bartolomé Mitre quedó a cargo del nuevo gobierno nacional y a los 50 años Sarmiento se transformó en gobernador de San Juan.

Para 1863, el privilegio del puerto de Buenos Aires volvió a generar malestar en las zonas pobres de Cuyo y el levantamiento del caudillo riojano Chacho Peñaloza, por lo que el gobernador sanjuanino decretó el estado de sitio y ordenó la persecución del líder federal.

Peñaloza fue encontrado en su casa, donde ofreció su rendición, a pesar de lo cual fue degollado y su cabeza fue expuesta en una plaza pública a pedido de Sarmiento. Este hecho y la declaración inconsulta del estado de sitio le valieron críticas por parte del Gobierno nacional y Sarmiento decidió renunciar.

A pesar de eso, se sumó como ministro al Gobierno de Mitre y comenzó un viaje por los Estados Unidos en el que acentuó sus ideas liberales. Durante su periplo por el extranjero, comenzó la guerra contra el Paraguay, la que él mismo había incentivado con sus críticas al líder paraguayo Solano López.

En plena batalla de la Guerra de la Triple Alianza -Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay-, Sarmiento asumió a los 57 años como presidente de la Nación y prolongó la contienda durante dos años más.

Paraguay quedó con una población diezmada -pasó de 500 mil a 100 mil habitantes- de la cual sólo el 10% eran hombres, ya que casi todos murieron en la guerra.

Entre sus acciones de gobierno se destacan la creación de unas 800 escuelas, el tendido de 5 mil kilómetros de cables telegráficos, haber triplicado las líneas férreas e implementar en 1869 el primer censo nacional. Pero mientras todo eso se desarrollaba, también lo hacía el avance de las tropas militares sobre territorio indígena con el asesinato de miles de pobladores originarios.

Retirado de la Presidencia, siguió trabajando en diversos cargos públicos y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna y El Censor.

Ya profundamente sordo y con una insuficiencia cardiovascular y bronquial, Sarmiento se trasladó paradigmáticamente a Paraguay, la misma nación con la que estuvo en guerra y en la que había muerto en batalla su hijo Dominguito. Allí, finalmente, el 11 de septiembre de 1888 la muerte lo encontró en Asunción, a los 77 años.

LA PLAZA QUE LLEVA SU NOMBRE en la ciudad de LA PLATA SE ENCUENTRA EN LA INTERSECCIÓN DE LAS CALLES 19 Y 66.

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