La Plata, Ciudad Generosa

Hace exactamente un año, una descomunal tormenta arrojaba, de manera extremadamente cruel, una interminable lista de postales en cuya composición tuvieron mucho que ver la desidia y la inacción oficial. Varios sectores del casco urbano platense emularon a Venecia, y las localidades del norte vieron cómo el desborde de los arroyos ingresaba a las viviendas -sofisticadas o humildes- para arruinarlo todo a su paso.

Desde Tolosa a Villa Elisa, pasando por Gonnet y City Bell hubo rescates heroicos protagonizados por vecinos y bomberos, muebles flotando sobre más de un metro de agua y, lamentablemente, hasta un caso fatal: el de José María, que murió al ver cómo la inundación se llevaba todo aquello por lo que había luchado, en 27 entre 422 y 426.

Enfermedades de la piel, pérdidas materiales, afecciones respiratorias, cuadros depresivos y un comprensible miedo a las lluvias fueron otras las nefastas consecuencias de aquella maldita jornada en la que hubo, dicen, unos 90 mil damnificados. Ahora, doce meses más tarde, corresponde preguntarse qué hicieron los gobiernos municipal y bonaerense para que aquello no se repita.

Según los vecinos, “demasiado poco, más allá de la limpieza de los cursos de agua” que por aquel entonces estaban obstruidos por malezas y desperdicios, producto de varios años de descuido.
Peor aún, recién esta semana el intendente Pablo Bruera -blanco de las críticas, junto a muchos otros funcionarios- lanzó su plan de limpieza y mantenimiento del Arroyo del Gato.

Bajó el agua pero quedó el descontento. La aseveración encuentra sustento no sólo en las quejas que se escucharon durante las últimas horas, sino también en la protesta de un grupo de vecinos que ayer cortó el camino Belgrano, desde 455 hasta 458. Pidieron que las autoridades nacionales, provinciales y municipales “no se desentiendan” de sus pesares.

“Ni siquiera recibimos atención médica para los chicos”, dijo uno de ellos y agregó: “Lo único que repartieron fue entre 200 y 300 colchones y algo de mercadería”.

El dolor de los pobres se asocia con el de aquellos que tienen una mejor situación económica, pero que también se sienten desprotegidos.

Tras explicar que durante todo este tiempo realizaron un informe de lo acontecido en inmediaciones de los arroyos Carnaval, Rodríguez, del Gato y Pereyra, integrantes del Comité de Cuenca -ONG ambientalista de Villa Elisa- dijeron a Hoy que el reclamo de un plan integral de manejo de las cuencas de los arroyos sigue vigente. “Aunque es indispensable, todavía no tenemos novedades”, resumieron desde esa entidad que integran, entre otros, María Albornoz y Alejandra Guido.
“Los inundados todavía quieren escuchar, de boca de los funcionarios, cuáles fueron las razones del desastre”, dijeron para contar luego que uno de los miembros de esa entidad presentó una denuncia formal.

También se refirió al tema el edil Oscar Negrelli (Coalición Cívica) que leyó un comunicado de los vecinos durante la última sesión del Concejo Deliberante de La Plata. “Falta un plan maestro hidráulico y un plan de contingencia, pero sobra impericia”, acusó Negrelli para agregar: “En lugar de generar restricciones al uso del suelo asfaltaron una calle que corre paralela al arroyo Rodríguez, con la consecuente pérdida de absorción”.

“Si la zona no puede absorber los excesos hídricos lo último que debía hacerse era impermeabilizarla”, apuntó para preguntarse luego si se trata del clásico pavimento electoral.
La falta de información oficial hace que los vecinos les teman a las tormentas. Saben que la concejal oficialista Lorena Riesgo leyó un informe que incluye un estudio y la realización de varias mejoras. Y ruegan que se haga todo lo necesario para evitar otra inundación.

diario hoy

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