La Plata, Ciudad Generosa

El entrenamiento del Pincha terminó y los jugadores están por salir. Afuera, un grupo de hinchas espera bajo el sol la salida de sus ídolos. Se escucha un grito que repercute en cada metro del predio de City Bell. Es que uno de los que deja la concentración es Juan Sebastián Verón, el capitán, la máxima estrella del plantel albirrojo. Y la gente, a pesar del calor, le demuestra todo su cariño, que él retribuye con una sonrisa y un brazo en alto.
La Bruja viste una camisa blanca inmaculada, jean y zapatos al tono. Suda. Está cansado, pero igual sonríe. Saluda e ingresa al gimnasio. Ese es el lugar elegido para empezar un diálogo mano a mano con El Clásico, en el que se hablará de su situación personal, la chance de dejar el club en junio, las críticas de un sector, de la Libertadores que está por comenzar y, como si fuera poco, de su relación con Juan Pablo Sorín, ex compañero en la Selección y actualmente en el Cruzeiro brasileño.

-¿Cuesta mucho ser Verón en Estudiantes?
-Costar, no cuesta. Está claro que al apellido se vincula desde hace mucho tiempo con el club. Para mí no es un peso ser Verón, pero sí creo que es para los demás.
-El otro día dejaste abierta la posibilidad de no seguir...
-No, creo que hay que saber convivir un poco con todos. De mi parte siempre me lo propuse de esa manera, tanto con la gente que me llevo bien, como con la que me llevo mal. A
la larga el beneficio es del club, y hay otros que no lo entienden de esa manera. El protagonismo, particularmente, me gusta tomarlo dentro de lo que hago yo. Y hay gente que le gusta tener el protagonismo total de todo, y chocás. Es normal.

-La gente se manifestó de distintas maneras, ¿maduraste en la decisión de quedarte en el club?
-La gente no se tiene que manifestar, yo les agradezco por el cariño porque lo percibo siempre. Tampoco hay que hacer mucho problema con esto. Cuando yo digo algo no es para que nadie se alerte ni se ponga mal. Lo que pasa es que hay cierto tipo de cosas que me molestan y cuando las manifestás parece que estás alertando a la gente a que haga algo por vos, y no es así. A mí lo que me da la gente de Estudiantes por lo que hago dentro de la cancha me alcanza y me sobra. Por ahí se preocupan mucho por el hecho de que yo me dejo llevar por algo, o por alguien y no es así. Lo que pasa es que hay situaciones puntuales en las que se involucra mucha gente y que se manifiesta por intermedio de un medio de comunicación de La Plata. Ese tipo de gente no tuvo ni tiene el coraje de venir y enfrentarme y decirme las cosas como son. Se esconden atrás de dos líneas de una nota.

-¿Te han invitado a solucionar las cosas?
-Sí, pero yo no me tengo que sentar a negociar con nadie, ni tengo que ser partícipe de nada. Yo lo que hago es ayudar al club en lo que puedo: adentro de la cancha. A raíz de eso algunos se molestan y sacan versiones de todo tipo.

-¿Imaginabas encontrarte con esto cuando volviste a La Plata?
-Ya sabía que había gente en el club que no me quería. Los que se jugaron fueron Eduardo Abadie, Pablo Di Plácido y Osvaldo Lombardi. Y después había otros que no me querían porque sabían el vínculo que había entre el apellido y la gente, que hacía que algunos pasen a un segundo plano. Es decir que cuando el equipo anda bien y vos como jugador cobrás cierto protagonismo dentro de la cancha, empiezan los celos y las discusiones. Ese tipo de cosas nunca me gustaron y siempre traté de mantenerme al margen.

-¿Y la idea es seguir haciendo esto después de junio, sin involucrarte en todo lo que se ha generado?
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-Es que yo no me involucro. Me quiere involucrar un medio, que hace que la gente termine dudando de que uno hace una cosa u otra. Saben cómo utilizar los momentos y los baches de un equipo como para meter un tema en el medio: si no es el estadio son las compras, y si no son las compras es por culpa de Verón. Y sino es Calderón...

-Siendo que vos no te manifestaste en las elecciones, ¿por qué pensás que las críticas llegan tan rápido?
-Lo que pasa es que las críticas vienen inducidas. Y cuando son tan fuertes vos tenés que ponerles un freno.

-¿Nunca te planteaste la posibilidad de juntarte para aclarar las cosas?
-No, porque con cierta gente no me quiero juntar. Acá hubo gente que no tuvo la valentía de afrontar o querer solucionar los problemas. Con la otra gente no tengo la necesidad de hacerlo. Pero por eso no tienen que informar mal a la gente.

-¿Qué quedó de aquel encuentro de diciembre de 2007 entre Verón, Simeone, Alegre y Abadie?
-Yo lo que dije fue que estaba a disposición como siempre. Después cada uno tomó la determinación que quiso. Yo sigo estando en el club, mientras la otra gente se fue.

-¿Cómo imaginás el Estudiantes post-Verón?
-De la misma manera que lo fue antes de que yo llegara.

-Pero la gente no se lo quiere imaginar...
-Está bien. Yo reconozco que aporté algo a un grupo que se venía gestando. Ese núcleo de jugadores, que todavía existe acá es importante. Yo no creo en lo individual. Ese grupo de jugadores fue y será recordado por mucho tiempo.

-¿Pero después de este semestre Angeleri, Calderón y tal vez Andújar, ya no van a estar?
-Lo que pasa es que la base no va a durar por siempre. Hay momentos en que los más chicos deben entender que tienen que tomar ese lugar que se dejó. Estudiantes ya no es más ese equipo que luchaba por salvarse de la promoción, sino que la gente te reclama mucho más. Está en los más chicos tomar esa posta.

-¿El hincha de Estudiantes puede estar tranquilo para lo que pueda pasar después de junio?
-El hincha tiene que estar tranquilo porque tiene un club sólido, a pesar de que quieran hacer ver que tambalea, y que tiene grietas. Tiene buenos dirigentes que aún tiene mucho que aprender, y que lo están haciendo con un plantel de jugadores importantes hechos en el club. La verdad es que los jugadores estamos muy bien con esta dirigencia. Este club tiene perspectivas de crecer, tiene un grupo que quiere ir para adelante. La gente no se tiene que preocupar porque tiene un club con ambiciones.

-¿Seguís con la idea de ser dirigente?
-Yo no voy a ser técnico. Y decir que uno quiere ser presidente es una manera de decir. Sí me gustaría ayudar en el club desde el lugar que me toca.

Por: Juan Pablo Ferrari y Martín Cabrera----> diario hoy

Etiquetas: Pincha Campeón