miércoles, 25 de marzo de 2009

 

Telefono señor Intendente

“La Municipalidad de La Plata al Fundador Dardo Rocha en el centenario de su natalicio, primero de septiembre de 1938”. Esto es lo que dice una de las placas que aún lucen adheridas al monumento central de la plaza homónima, las otras han sido literalmente arrancadas y aunque su destino es incierto, se presume que fueron vendidas al mejor postor, no como una reliquia sino como un pedazo de metal.Ubicada en 7 y 60 -frente a la Facultad de Bellas Artes y a tan sólo siete cuadras de la Gobernación bonaerense- la plaza que recuerda al padre de la ciudad es hoy en día un canto a l

a desidia: bancos descuidados, monumentos pintarrajeados, veredas que invitan al tropezón y lo que es peor, una farola que se ha tornado peligrosa para los niños que concurren al paseo en busca de sano esparcimiento.

La plaza Máximo Paz, ubicada a muy pocos metros de ahí, en el cruce de las avenidas 13 y 60. En ese paseo también faltan algunos cestos de residuos, pero su punto más flaco es quizá el mal estado de los juegos destinados a la recreación infantil. Las hamacas fueron colgadas en lo alto de los caños para evitar que algún chiquito se lastime, mientras que la calesita quedó inutilizada porque carece de volante.También aquí el monumento ha sido víctima del aerosol (aunque se salvó de la pegatina de afiches) y hay un banco roto. Pero lo que más preocupa a los vecinos es el pasto alto que favorece la proliferación de mosquitos y una tapa a la que le falta el candado, esta corresponde a una cámara subterránea en la que podría llegar a caer un pequeño que escape de la mirada de sus mayores.La plaza está, exactamente, a siete cuadras del Palacio municipal, pero -a juzgar por la falta de cuidados- la distancia parece mayor.

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