La Plata, Ciudad Generosa

Llegas a la escuela a las ocho horas. El colectivo lleno te dejó aplastada en la esquina.

El portero te saluda, ya con cara de desastre. ¡El padre de López te está buscando: le pegaron a su hijo ayer a la salida de la escuela, acá, a dos cuadras! ¡Está hablando con la directora!

Imperturbable, sigues a la sala de profesores . Está la orientadora pidiendo la entrega, para las 12 horas a más tardar, de una planilla de todos los alumnos del curso con problemas visuales, auditivos,dentales , situación socioeconómica de los padres. Casos problemáticos y niños con enfermedades neurológicas. Una colega te pasa, al mismo tiempo, la revistita de Avon.

Otra, una hoja para que completen los que van a colaborar con el acto del carabinero.

Una madre aparece. ¡Mi hijo no va a venir hoy porque tiene fiebre, ¿me da alguna tarea?! Rebuscas en tu cajón... ¡Léale un cuento y que lo dibuje! ¡Que escriba la parte que más le gustó!

Tocan la campana. Todos a formar. Unos se arrancan,otros se empujan,vengan tesoritos es la hora de la formación. La Inspectora al alumnado pidiendo silencio ,los estoy esperando… ¿No se dan cuenta? El de la mochila roja, ¡¡se puede quedar quieto!!

En cada aula empieza a repetirse la vida cotidiana. Y comienza mi día del quehacer profesional.

Poner la fecha en la pizarra, abrir el estante,cantar la canción de motivación , orar con ellos, recordar las reglas del orden y conducta.

Entregar cuadernos...y comienzo a escuchar: No tengo punta. No tengo lápiz.. No tengo sacapuntas. No traje pegamento.Interrumpe el portero. Interrumpe la mamá de Mario Pérez que quiere el Informe para llevarlo Hoy al especialista (no se acordó de pedirlo antes)

Recreo: Golpes, juegos, golpes, hielo en la cabeza. Campana. Segundo round. Al aula.

Intento comenzar la clase que he planificado con antelación. Un hermoso cuento que mis alumnos sabrán valorar en plenitud. (Eso creo)

A los niños siempre les gustan los cuentos, salvo a estos alumnos que tengo.

Codazos, empujones, uno se cae de la silla y aplasta al compañero.El otro gatea por debajo de mi mesa. El del fondo escupe al compañero. La niñita que está sentada cerca mío comienza a silbar.

Interrumpo el relato, no es grave el golpe que le dió Alfonso a Ignacio un combo en l ojo, intento nuevamente retomar el cuento, noto que el interés se ha instalado: escuchan, responden a las preguntas y algunos gestos de asombro.

La puerta se abre y aparece la auxiliar , pidiendo la planilla completa porque la orientadora la quiere ya… Entrego la planilla mientras el silencio que había logrado ya no existe.

En un rincón, unos tres uno encima del otro allá ir y separarlos, hablarles del compañerismo, en el otro rincón, las niñas protagonizan una discusión, pelo en mano, se cortaron el pelo con tijeras...calmar la situación... Apelo a los recursos del Ministerio; luego de un rato, los olvido para retomar el clásico grito magistral… ¡Se sientan! ¡¡Cuento hasta tres…!!

Miro el reloj, .. No resisto más… yo también me quiero ir como los niños..

Salimosal segundo recreo: golpes, caídas, chichones, hielo, escupidas, patadas,empujones.

Un alumno se hizo caca en los pantalones, me dice la auxiliar.

No saben si es de mi primero o del otro. (Que no sea mío, que no sea mío, que no sea mío… ¡Es mío!)

Cierro los ojos, aprieto los puños. Allá voy. No hay otro pantalón.

Buscar teléfono urgente. Llamar a la mamá. Tumulto en zona de baños: un alumno se cagó.

Parecen fans de Ricki Martin esperando autógrafo. El alumno llora. No quiere salir. Le da vergüenza. La madre, inubicable. Viene un hermano un poquito más grande. Trae un pantaloncito, no calzoncillo. Tocan la campana.Todos a la salaaaa......

Entramos. Enseño uno más uno. Dos… dos… con palitos, con bolitas, con chapitas….

Material concreto, material representativo, material abstracto…

Luchar por enseñar, limpiar, correr, hablar, gritar, explicar, susurrar, actuar, repartir,cantar,hacer cariños,rogar. Firmar circulares, escribir comunicaciones, recoger dinero de la cuota para poder pintar la sala (me tocó una horrible), ordenar bancos,cuadernos....preparar mi clase para mañana....

Si te pasa algo de esto, si al llegar a tu casa desfalleces sobre tu cama y tardas dos horas en recuperarte, si al encontrarte con otra colega, hablas todo el tiempo de la escuela; si para pensar en lo que ocurre en un día necesitas cuatro: no te sientas sola.

Los maestros recepcionamos multidemandas y las resolvemos en forma urgente.

Vivimos con una sensación de vértigo continuo.

Acción sobre acción, que entretejen una práctica impregnada de hechos inconexos sin posibilidad de reflexionar sobre el propio trabajo, todo lo cual constituye un modo de alienarnos, desdibujarnos como trabajadores y como personas.

La escuela se ha constituido en un lugar para actuar, no para pensar.

Como diría el psicólogo Fernando Ulloa, son tiempos de vivir a medias, donde impera el desconocimiento y la negación de las razones profundas que sustentan el malestar escolar, enraizado en un malestar social y cultural que lo sostiene.

¿Dónde está la salida?

Hay cientos de puertas: me quedo en casa, que con mis hijos tengo suficiente?

le pido a mi marido que me mantenga?

le digo a los alumnos que se dejen de molestar que mi papá es policía y encima más grande que el de ellos?

grito igual que ellos en un brote y les explico que soy neurótica- psicótica -estrambótica y entonces piden por favor que los cambien de curso y se van con la del B ?

los someto a algún extraño rito vudú?,

así salgo en la portada de los diarios y tiro por la borda el sueño de enseñar libremente para ayudar a las mentes libres.

PARA !!! SERÉNATE, tómate cinco minutos y tómate un tecito.

Una vez leí que “el dolor pierde poder enajenante si adquiere significado en un proyecto” y tenemos a mano el más importante: impedir que expropien nuestra dignidad.

Eso, dignidad.

Hasta mañana, mis queridos alumnos... Has-ta-ma-ña-na-se-ño-ri-ta !!!!!!!!!!!!!!!!.

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