jueves, 30 de septiembre de 2010

 

FALTANTE EN EL HIPODROMO

En medio del gran revuelo generado a raíz de la denuncia que realizó el director de Hipódromos y Casinos de la provincia de Buenos Aires, Luis Capellino, ante la justicia platense, tres funcionarios quedaron expuestos en el caso que conmocionó a la ciudad por el faltante de 1,2 millones de pesos de la caja fuerte del centro hípico local.

Todo lo que ocurrió


Eran las 9 de la mañana lunes 27 de septiembre, cuando una funcionaria, dependiente de la contaduría general del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, descubre que en las oficinas del hipódromo, precisamente en la caja fuerte del despacho de Tesorería, faltaba dinero de las últimas carreras.

A las 9.30, se dio aviso al director del lugar, Luis Capellino, quien rápidamente llamó a la policía y dio cuenta de lo que en esos momentos se pensaba que sería: robo al hipódromo.

Rápidamente, intervino la Dirección de Inteligencia (DDI) de La Plata, quedando la investigación a cargo del Juzgado de Garantías de Guillermo Atencio, y bajo la intervención de la fiscal Ana Medina, quienes comenzaron a tomar declaración a los empleados de Tesorería, considerando que el atraco ya no podía considerarse como un robo, sino como un hurto, ya que no se registraron signos de violencia ni adulteración de las cerraduras de las puertas ni de la caja de seguridad.

Llegado el turno del Tesorero, Diego Miranda, se descubre que el dinero no sólo no había sido robado ni hurtado por terceros, sino por personal de Tesorería, que acostumbraba realizar manejos con el dinero que excedían a la labor dentro del espacio de Loterías y Casinos.

Según lo confirmado , Miranda junto a los secretarios generales de la Agremiación Bonaerense de Empleados por Reunión del Hipódromo (A.B.E.R.), Francisco Capparelli, y Omar Alegre, retiraban el dinero para realizar diversas operaciones: entre ellas, la compra y venta de moneda extranjera y préstamos de hasta 5.000 pesos a personal contratado del hipódromo.

Su mecanismo era simple, ellos podían utilizar el dinero hasta los días 28 de cada mes, que era el día en que el personal de la contaduría del ministerio de Economía, llegaba para revisar los montos.

Las operaciones eran un éxito real, ya que permitían caminar el dinero del hipódromo durante casi un mes, sin correr riesgo alguno. El margen de ganancia era tal, que en caso de no llegar a cobrar todo lo esperado, siempre había dinero “extra” por decirlo de alguna manera.

Pero este lunes, las cosas cambiaron, la funcionaria adelanto su visita al día 27 (por razones que se desconocen), y al momento de encontrarse con la caja fuerte y realizar el control correspondiente descubrió que faltaban poco más de 1,2 millones de pesos.

Los cuales correspondían a lo recaudado por las carreras del jueves y domingo del hipódromo local, y las agencias que tiene el hipódromo de Palermo y de San Isidro, que había jugado el viernes y sábado.

A raíz de este descubrimiento, la fiscal Medina ordenó confiscar todos los papeles de la Tesorería y caratular la causa como “defraudación al fisco”.

Ahora, los tres funcionarios, tanto el concejal del Frente Renovador Platense (bloque del intendente Pablo Bruera) y secretario de A.B.E.R., Enrique Capparelli, como el Tesorero, Diego Medina (de 36 años) y el sindicalista Omar Alegre, son los principales implicados en el caso de defraudación al fisco más significativo de la ciudad de La Plata.

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que lindo negocio hacian estos turros ¿no?


fuente ---> ACA

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