martes, 19 de abril de 2011

 

LLUVIA DE CANDIDATOS EN LA CITY

Conscientes de que, a pesar de gastar dinerales en campaña, la empresa para destronar al intendente Pablo Bruera es más que dificultosa, el variopinto abanico de aspirantes a sillón comunal y los cargos legislativos continúa con más incógnitas que certidumbres tratando de instalar imagen en la ciudad. Los une un factor común: el hecho de que, salvo raras excepciones, ninguno de ellos –ya sean kirchneristas, socialistas, radicales o peronistas en disidencia- tiene argumentos suficientemente sólidos para ganarle al bruerismo. Porque el oficialismo en La Plata buscará repetir el triunfo electoral del 2007 con la ventaja de poder mostrar obras de gestión que, llegado el caso, en definitiva pesarán más que “las promesas” de campaña de los demás candidatos. Casi todos sustentan sus eventuales candidaturas en argumentos tales como “hacer política bajo el amparo del Estado” y con chequeras prestadas. Ninguno tiene militancia territorial suficiente como para imponerse en los próximos comicios. Y menos aún el liderazgo necesario para aglutinar a sectores que, en el escenario actual, se muestran más fragmentados que unidos.

UNO POR UNO

En el kirchnerismo, se sabe, todos irán tras la candidatura del senador provincial Guido Carlotto, que, entre sus atributos más importantes se destaca la portación de un “apellido ilustre” que sirve más para ahuyentar los fantasmas del olvido que para representar una verdadera alternativa de gobierno al bruerismo.
“Kibo”, como lo llaman sus obsecuentes seguidores, o “el hijo de Estela” carece además, de un contacto genuino con los vecinos. “Tiene cero barrio”, se repite a menudo. Pero cuenta con el respaldo –más que respaldo un salvavidas de plomo- de Enrique “Pepe” Albistur, el ex dueño de la pauta oficialista pingüina que, entre otras cuestiones, tiene varias cuentas pendientes con la justicia por manejos indebidos de fondos y otros “malabares” económicos.
Se ha dicho en este espacio, que “Pepe” sólo persigue un objetivo apoyando al senador devenido en candidato kirchnerista de “la unidad”: imponer a su elogiable novia, María Tolosa Paz, en algún cargo decoroso de la comuna. El espacio de “Kibo” –que se proclama como la garantía en la ciudad del proyecto K-, además reúne sin distinciones ideológicas, a componentes ultraderechistas ligados al menemismo y la ortodoxia alakista.
En tanto, en el sector del viceministro de Desarrollo Social de Nación, Carlos Castagneto también recaló hace poco el joven referente de Pampa Sur en la ciudad, Santiago Sautel. Un muchacho consentido que sólo puede vender buena relación con algunos periodistas y que se bajo de la fantasmal candidatura a la intendencia a la que se había subido.
La “renovación generacional” kirchnerista también incluye al randazzista Guillermo Justo Cháves, quien reporta en el Instituto Nacional de Capacitación Política (INCAP) y recibe fondos del Gobierno para abrir pintorescos locales en el centro platense. Junto a su hermano, el concejal Juan Pedro Cháves, son catalogados como los “candidatos de la c… de su hermana”. Ironía guaranga que intenta explicar que saltaron a la arena política por ser los cuñados del diputado nacional Felipe Solá, quien desde hace tiempo comparte su vida con la blonda María Helena Chaves –la mujer que les garantizó su presente político-.
Los hermanos de Helena también son conocidos como “los candidatos de clase alta”. Rara vez se los ve vestidos con indumentarias que no sean costos trajes y menos aún pueden ostentar un trabajo barrial respetable.
Otro K que quiso ponerse el traje de candidato –no le calzó demasiado bien- fue Homero Bibiloni. El ex titular de Ambiente de Nación quiso utilizar ese cargo como trampolín para intentar ser alguien en la capital provincial. “Lo echaron por inútil”, suelen decir quienes lo conocen para explicar por qué no está más en el puesto que ocupa el berazateguiense Juan José Mussi. “No puede gestionar un municipio alguien que ni siquiera gastó los recursos que tenía a disposición en su Secretaría”, escupieron por lo bajo.
Otro que sonó dentro de la jungla pingüina es el ultrauniversitario Gustavo Oliva. Acostumbrado a las mieles de la vida académica y esos menesteres, Oliva necesita un GPS para caminar por la cuadrícula perfecta de La Plata. Menos podrá llegar a alguno de los aún necesitados barrios del “conurbano platense” para averiguar qué necesitan sus habitantes.
En cualquier cargo también quiere recalar un tal Carlos Raimundi. Ex radical storanista, otrora presidente de la “Coordinadora” –antecedente de la CON- es conocido como “el Tweety Carrario de la política local”. Estuvo en “Nuevo Espacio”, pasó por el Frente Grande y luego por el Frepaso. Se hizo un tiempo para disfrazarse de “lilito” y ahora está pegado por convicción ($$$) al kirchnerismo a ultranza.
Pro-peronismo
En este fragmentado espacio, confluyen denarvaístas, “peronistas disidentes o federales” y macristas. Gonzalo “el hijo de Alfredo” Atanasof ya es fija para la intendencia: “Se cuelga de la foto del Colorado”, dicen algunos. Lo cierto es que en escasas ocasiones se lo pudo ver en las delegaciones platenses en contacto con los comerciantes y vecinos sin la compañía siempre garantizadora de flashes –“Billetera coopta votantes”- del diputado nacional Francisco De Narváez, quien oficia de padrino electoral.
Desde que hizo la transición del Concejo a la cámara Baja bonaerense, “Gonzalito” se dedicó a espantar a buena parte de sus cuadros militantes, a quienes, por “delirios de importancia y de poder” dejó librados a su suerte. Colgado de Atanasof Jr. está el ex alakista Jorge Lescano Gorordo, quien quiere ir sí o sí al Senado provincial –aunque lo perjudique su pasado vinculado al narcotraficante Carlos Ferroviera- y compite por ese puesto con el edil con más trayectoria en el Concejo, José Ramón Arteaga.
Salto cualitativo al Pro: Julio Garro, –“El hombre de la caravana”- dicen las lenguas requetefilosas, “hace política con la bragueta abierta”. Iría a una interna con “Satanasof” y quiere ubicar a su hermano Manuel como candidato a la senaduría. El problema es que “Manuelito” se la pasa haciendo huevo y tomando mate en un local partidario de la coqueta City Bell armado a su medida.
Dentro del felipismo, el ya mencionado Juan Pedro Cháves –que mandó a pegar carteles con una Z final en su apellido y después enmendó el error- necesita instalar en algún lado a Gerardo Jazmín, vinculado al oscuro Martín Vasta, varias veces enrejado por consumo y comercialización de estupefacientes.
Coalición Cívica y Panradicalismo
En esta porción de la oposición se destaca el senador Javier “cara de platense” Mor Roig –tal lo bautizó Elisa Carrió al elegirlo para la intendencia.
Gente que trabaja cerca suyo le endilga la falta de conocimiento de los problemas fundamentales de la ciudad y lo acusan de creerse un miembro de “la elite política”.
Lo cierto es que el hermano del periodista deportivo que trabaja con Osvaldo Fanjul en un canal de cable local, se dedicó más a armar en varias secciones bonaerenses que en la ciudad que pretende gobernar. Un dato ilustra su escaso conocimiento de la city: en los últimos días convocó a una conferencia de prensa y en la invitación -vía gacetilla- citó a los paparazzis platenses a 10 y 54, donde hay un concurrido resto-bar. En realidad, el convite era para asistir a su local partidario central, ubicado a doscientos metros de la esquina errónea, en 8 y 54.
Por el ARI, el diputado y ex edil Oscar Negrelli también sonó para pelear la intendencia. Los que lo defenestran, dicen que “se vende como especialista en educación” –por su pasado y presente como directivo de instituciones escolares- pero en realidad es un “funde colegios”.
En la UCR, el diputado Sergio Panella también aparece en volantes despilfarrados por las aceras de la ciudad. Para conocerlo mejor: “Es tan miserable que para ahorrar dinero tiene a sus empleados del comercio de electricidad nombrados en la Legislatura”, lo definieron sin vueltas.
Para terminar, el referente del GEN y ex Defensor Ciudadano Luis Malagamba –es senador desde 2007- amagó por pelear la jefatura comunal. Una de sus falencias más notables es que presenta proyectos legislativos de escasa trascendencia –eso sí, pomposos para la prensa-.
Dentro de los movimientos sociales se destaca Pablo Crisóstomo. Un neuquino que aterrizó en la ciudad de los tilos y que se pierde al cruzarse con el primer diagonal. Esta es la cruel realidad en la ciudad de La Plata.

Fuente: Diario Infosur.

DE ACA HASTA LA PRESENTACION FINAL DE LAS LISTAS AUN CORRERA MUCHA AGUA POR LA CIUDAD, TODO PUEDE SER EN ESTA HERMOSA CAPITAL DE LA PROVINCIA, HASTA QUE EL GARKA, MAL QUE ME PESE , SEA REELECTO, VIO

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